La población ocupada en el país ascendía a 55 millones 77 mil personas hasta el cierre del primer semestre de 2021, por lo que aún faltan 670 mil plazas para recuperar el nivel que se tenía en febrero del año pasado, previo a la pandemia, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.
Sin embargo, la recuperación del mercado laboral avanza de manera desigual.
Mientras que los hombres requieren apenas 86.7 mil puestos adicionales para recuperar el terreno perdido, a las mujeres les faltan 589 mil plazas laborales para ubicarse en la cifra que tenían al segundo mes del año pasado, es decir, 87% del déficit laboral total.
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Los datos del Inegi muestran que la generación de empleos en la primera mitad de este año se inclina más a la población masculina. En ese lapso se crearon 2 millones 238 mil plazas, de las cuales, un millón 320 mil (59%) fueron ocupadas por hombres y sólo 912 mil (41%) por mujeres.
Siete de cada 10 plazas generadas y ocupadas por mujeres en el semestre se ubicaron en el sector servicios, principalmente en actividades como restaurantes y servicios de alojamiento, así como servicios sociales, producto de la reapertura económica.
Un mercadoen desventaja
Las mujeres en México enfrentan múltiples situaciones de discriminación y exclusión en el mercado de trabajo que se derivan de la construcción sociocultural del género, lo que se traduce en mayores desventajas tanto para su inserción, como durante sus trayectorias laborales, muestra un análisis elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Los especialistas advierten algunos aspectos del mercado laboral que constituyen desigualdades para las mujeres que se agudizan en contextos de pobreza: la participación económica es más extendida en los hombres; los niveles salariales son bajos para ambos sexos, pero en ellas son aún menores; el empleo sin remuneración es más frecuente entre las trabajadoras; los porcentajes de la ocupación de tiempo parcial son más elevados para ellas, y la exclusión de los sistemas contributivos de seguridad social es más alta en
su caso.
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Hasta junio de 2021, la población ocupada femenina sumaba 21.4 millones de trabajadoras, de las cuales, 11.8 millones (55%) se encontraban empleadas en la economía informal.
Asimismo, 14.7 millones eran trabadoras subordinadas, en las que 40% no tenían acceso a las instituciones de salud; 38% no disponían de un contrato por escrito, y 31% no contaban con prestaciones laborales, como jubilación, vacaciones, participación en utilidades o aguinaldo.
Contra todas las adversidades
Por lo que se refiere al nivel salarial, siete de cada 10 trabajadoras remuneradas ganan hasta dos salarios mínimos, es decir, 8 mil 500 pesos al mes en el mejor de los casos.
Muchas de las mujeres que por diversas razones han salido del mercado laboral se han refugiado en la Población No Económicamente Activa (PNEA), pero disponible para trabajar, es decir, población que no trabajó ni lo buscó, pero que aceptaría un empleo si se lo ofrecieran, y cuyo monto llegó a 8.2 millones, de los cuales, 5.1 eran mujeres (63%).
Por su parte, la población subocupada, medida como aquella que declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de lo que su ocupación les demanda fue de 6.8 millones de personas en junio pasado, de las cuales, 2.8 millones (40%) eran trabajadoras.
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A escala nacional, la población desocupada, la cual considera a la población que se encuentra sin trabajar, pero que está buscando empleo, se situó en 2.3 millones de personas y representó una tasa de 4% de la población económicamente activa.
Por sexo, la población desocupada masculina en junio de 2021 se ubicó en 1.4 millones de personas, respectivamente y la femenina en 873 mil personas, con lo que la tasa de desocupación en los hombres se estableció en 4.1% y de las mujeres en 3.9%.
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La publicación de las cifras de empleo de junio coincide con las señales dadas por otros indicadores y sugiere que el ritmo de mejora de la actividad económica se ha desacelerado en los últimos dos meses, comentó Daniel Arias, analista económico de Monex.
En su opinión, la brecha laboral muestra cierto estancamiento, sobre todo por el deterioro en el desempleo encubierto, y considera que a lo largo de los próximos meses el mercado laboral enfrentará nuevos desafíos dada la complicación de la epidemia en las semanas recientes, lo que podría limitar aún más el regreso de la mujer al mercado laboral.