Washington.— El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, aseguró que no dimitiría en caso de que se lo pidiera el presidente Donald Trump, muy crítico con su labor al frente del banco central en los últimos meses.
“No”, contestó Powell al ser cuestionado sobre si renunciaría a petición de Trump, en el marco del encuentro de la Asociación Estadounidense Económica (AEA, por sus siglas en inglés), celebrado ayer en Atlanta, Georgia.
Powell también dijo que no tiene reuniones previstas próximamente con Trump, quien lo eligió para dirigir la Fed hace casi un año, en sustitución de Janet Yellen.
El máximo dirigente de la Fed intentó calmar los ánimos de los mercados financieros por los temores a una desaceleración de la economía y apuntó que el organismo que lidera será “paciente” en cuanto a las subidas de tipos de interés.
En los últimos meses, Trump ha criticado abiertamente la labor de Powell al frente del banco central estadounidense y ha llegado a afirmar que el problema de la economía de su país es la Fed.
“El único problema de nuestra economía es la Fed. No tienen tacto con el mercado, no entienden lo necesario sobre las guerras comerciales o el dólar fuerte o incluso los cierres demócratas del gobierno por las fronteras”, indicó Trump a finales de diciembre pasado.
El mandatario estadounidense se ha mostrado molesto por la decisión que la Fed tomó en el último mes de 2018 para aumentar de nuevo un cuarto de punto los tipos de interés, de manera que el precio del dinero en EU se ubicó entre 2.25 % y 2.50 %, con lo que se situó a niveles no vistos en más de una década.
De hecho, Trump considera que el gradual ajuste monetario defendido por la Fed, que subió los tipos de interés de referencia cuatro veces en 2018, supone una amenaza para la aceleración de la economía de EU.
Las críticas del mandatario al banco central quiebran el tradicional respeto por la independencia de la política monetaria desde la Casa Blanca y han sorprendido a mercados y analistas.
Esta independencia de los bancos centrales es uno de los fundamentos básicos de la ortodoxia monetaria, por lo que sus comentarios han causado un gran revuelo entre los economistas de todo el mundo.
En las últimas semanas, varios medios locales han especulado con la posibilidad de que Trump despida a Powell, aunque Kevin Hassett, asesor económico de la Casa Blanca, aseveró recientemente que su cargo no peligra.