La pandemia de coronavirus (Covid-19) disparó la pobreza a niveles récord, ampliando la brecha de desigualdad que existe en el país, de acuerdo con la información más reciente dada a conocer por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Lo anterior, debido a la pérdida de empleos, la baja del ingreso laboral y el repunte del costo de la canasta alimentaria.
Del primer trimestre del año —previo a la emergencia sanitaria— al tercer trimestre, el porcentaje de la población en pobreza laboral, es decir, con un ingreso inferior al valor de la canasta básica, pasó de 35.7% a 44.5%. Se trata del nivel trimestral más alto desde 2005, cuando inició el registro del indicador.
Entre los factores del incremento están la disminución anual de 6.7% en el ingreso laboral real, el aumento en los precios de la canasta básica y el alza en la tasa de desocupación.
El poder adquisitivo del ingreso laboral real per capita disminuyó 12.3% entre el primer trimestre y el tercer trimestres de 2020, para ubicarse en mil 675.21 pesos, el nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2017. Este comportamiento contrasta con la tendencia creciente en el ingreso de los últimos años.
Este comportamiento en el nivel de precios puede deberse, en parte, al incremento en los precios de las mercancías, frutas y verduras, y de energéticos.
El Coneval destaca que entre el tercer trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2020 se observó una ampliación en la brecha del ingreso laboral per capita entre la población de menores y mayores ingresos laborales.
Durante el tercer trimestre del año pasado, el ingreso laboral promedio de 20% de la población con mayores ingresos laborales per capita (quinto quintil) representó 34.3 veces el ingreso de 20% de la población con menor ingreso laboral (primer quintil). Este año, la proporción se disparó a 146.3 veces.
Dinámica estatal
A nivel nacional, el aumento en el porcentaje de la población que no pudo adquirir la canasta alimentaria con su ingreso laboral entre el primer y el tercer trimestres de 2020 fue de 8.7 puntos porcentuales, lo cual se vio reflejado en un incremento de la pobreza laboral en 31 estados. Destacan Quintana Roo, con un alza de 23.1; Baja California Sur, 16.7, y Sonora, con un incremento de 15.9 unidades porcentuales.
En el tercer trimestre del año, 14 entidades reportaron una tasa de pobreza laboral superior a la media nacional. Los mayores niveles los tuvieron Chiapas, con 69.3%; Guerrero, 62.6%, y Oaxaca, con 60.4% de ciudadanos que no puede adquirir la canasta básica con su ingreso laboral.
En el tercer trimestre de 2020, el ingreso laboral real promedio del total de la población ocupada que reside en municipios no indígenas fue de 4 mil 252.90 pesos al mes, mayor al correspondiente de los ocupados residentes en municipios indígenas, en los que se observa un ingreso promedio de mil 999.25 pesos.
Es decir, el ingreso laboral real promedio en municipios no indígenas es 2.2 veces mayor que el de aquellos que residen en municipios indígenas.
Respecto al cambio entre el primero y el tercer trimestres de 2020, el ingreso de los ocupados residentes en municipios indígenas disminuyó 218.24 pesos. En el mismo lapso, en los municipios no indígenas esta disminución fue de 154.67 pesos.
Debido a la contingencia sanitaria, el Inegi suspendió la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del segundo trimestre del año, por lo que, al no contar con este insumo, el Coneval no estimó los indicadores correspondientes a ese lapso.