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Si bien un nuevo ciclo político inicia en México y, con él, un nuevo ciclo económico, debemos tomar en cuenta que la economía no es un proceso con un principio y un fin, sino un eterno ciclo que evoluciona, teniendo como protagonistas a consumidores y proveedores de bienes y servicios en dos momentos importantes: auge y crisis. Ambos se necesitan y se complementan. Sin embargo, en el caso de México, debido a la definición respecto al futuro gobierno en nuestro país y a la política monetaria establecida, los resultados indican un periodo económicamente estable.
Al término de 2018 y del sexenio, en México se percibe que las perspectivas económicas son positivas; adicionalmente, como resultado de las medidas adoptadas por el Banco de México en política monetaria, considerando el periodo de junio y julio de 2018, el peso mexicano registró una apreciación de 10.7%, pasando de un tipo de cambio interbancario de 20.50 a 18.70 pesos por dólar estadounidense. Incluso, globalmente es la moneda con el mejor desempeño en los inicios del tercer trimestre de 2018, lo cual representa una apreciación del peso de 6.10% en lo que va de 2018, según datos de Banxico.
Si bien el comportamiento favorable del peso mexicano inició con el incremento de 25 puntos base en la tasa de política monetaria realizado por Banco de México en junio de 2018, la apreciación del peso mexicano se acentuó tras las elecciones presidenciales y legislativas en nuestro país. Otro factor clave para ello fue una cierta mejora en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), principalmente con Estados Unidos.
Con respecto a los mercados financieros, en el panorama internacional el mercado cambiario obtuvo una mejora durante julio de 2018 y debido a una disminución en la volatilidad del dólar estadounidense se dio un incremento de las operaciones con derivados financieros a favor del peso mexicano. La posición neta de nuestra moneda en los futuros de la Bolsa Mercantil de Chicago tuvo una administración de portafolio de cerca de mil millones de dólares, principalmente por inversionistas extranjeros con inversiones a corto plazo, según datos de Banco de México y con información de la Commodity Futures Trading Commission de Estados Unidos.
De acuerdo con datos del Inegi, de abril a junio de 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) registró una disminución de 0.07% respecto al trimestre previo, aunque creció en 2.7% contra el mismo periodo de 2017, debido a una desaceleración en las exportaciones manufactureras y a una disminución de las exportaciones automotrices.
Con respecto a la balanza comercial, las exportaciones totales de nuestro país durante junio de 2018 fueron de 37 mil 484.2 millones de dólares, es decir una variación positiva de 5.5% anual, mientras que las importaciones totales fueron de 38 mil 381.10 millones de dólares, con un crecimiento anual de 8%, debido a que las exportaciones a Estados Unidos siguieron expandiéndose paulatinamente.
En el caso del mercado laboral en México, al finalizar mayo de 2018 se consideró a la Población Económicamente Activa en 55.6 millones de personas, de las cuales fue determinada una tasa de desocupación de 3.4% a nivel nacional en el mismo periodo, derivado de la estabilidad en sectores manufactureros del país (incremento de 0.2%).
Como resultado, el número de puestos de trabajo afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social, mantuvo una tendencia positiva, según estadísticas de Banco de México e Inegi.
Con respecto a la inflación general anual, durante la primera quincena de julio se dio un aumento, con una tasa anual de 4.85%, mientras que en las primeras quincenas de mayo y junio las tasas fueron de 4.51% y 4.65%, respectivamente. Estos aumentos fueron asociados a la materialización de riesgos al alza en los precios de los energéticos, principalmente en gasolina.
En la segunda semana de agosto 2018 el precio de la gasolina Magna en México fue de 19.39 pesos por litro, el de la gasolina Premium fue de 20.89 pesos, mientras que el diésel era de 20.09 pesos, lo cual condujo a aumentos importantes en la inflación no subyacente. Para finales de 2018 y 2019 las expectativas de inflación general son de 4.25% y 3.60%, respectivamente, según el Banco de México.
Académico de la Universidad
del Valle de México