Petróleos Mexicanos (Pemex) entregó el segundo peor resultado financiero de todo el sexenio, a pesar de los apoyos del gobierno federal y la condonación de impuestos.
El último reporte que Octavio Romero Oropeza presentó al frente de la petrolera reveló una pérdida neta de 255 mil 937 millones de pesos entre abril y junio de este año.
Este saldo sólo es superado por el registrado entre enero y marzo de 2020, cuando tuvo una pérdida de 562 mil 251 millones y comenzó la pandemia de Covid-19, lo que llevó a que los precios del petróleo fueran por primera vez negativos.
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El resultado se explica por Pemex Transformación Industrial, el brazo más débil de la compañía y que dejó pérdidas por 230 mil millones de pesos, aunque Pemex Logística fue la única filial que obtuvo ganancias en el segundo trimestre.
“Los principales factores que contribuyeron a esta variación fueron: la disminución en las ventas totales; un incremento en la pérdida cambiaria; una disminución en el rendimiento por instrumentos financieros derivados, un incremento en el costo de ventas; compensado con una disminución en el deterioro de activos fijos, y una disminución en los impuestos y derechos”, detalla el informe que Pemex entregó el viernes a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
La socia consultora de SICEnrgy, Susana Cazorla, dijo que el resultado se debe a que bajó la exportación de crudo y aumentó la refinación.
“Cifras maquilladas”
“La situación en Pemex es la misma en todo el sexenio, sólo que los resultados en los trimestres anteriores están maquillados por los apoyos del gobierno federal y que le han condonado impuestos”, comentó Cazorla a EL UNIVERSAL.
Pemex informó que su deuda llegó a 99 mil millones de pesos al cierre del mes pasado y significó una disminución frente a 2023.
“En el caso de la deuda, vemos que disminuyó ligeramente por el apoyo del gobierno, pero es un tema delicado, porque estamos metiendo dinero bueno al malo, habiendo más necesidades”, opinó Cazorla.
Para Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC, “si esta situación crítica se mantiene, la futura presidenta de México se va a convertir en la primera en importar crudo.
“No ha aumentado la plataforma de producción y luego estamos refinando más en las instalaciones viejas del SNR (Sistema Nacional de Refinación). Pero si lo vemos a detalle, cada barril que Pemex está vendiendo de combustibles resulta en pérdida. En el caso de la deuda, vemos que están utilizando las líneas revolventes, que es como usar las tarjetas para pagar deudas, lo que sale más caro”, expuso.
El analista en Caraiva y Asociados, Ramses Pech, estimó que la petrolera no logrará ninguno de los objetivos que estableció en 2018.
“El plan era la producción de 2.4 millones de barriles diarios de crudo para 2024, y tenemos 1.8 millones con condensados”, explicó.