Las finanzas públicas se perfilan para cerrar este sexenio con una virtual despetrolización, debido a que Petróleos Mexicanos (Pemex) continúa reduciendo su aportación al erario.
Según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), los ingresos que la petrolera deja a las arcas públicas equivalen a 15% del total captado entre enero y mayo de 2024.
Este porcentaje es ligeramente mayor al mismo periodo del año pasado, que fue de 14% de la totalidad de ingresos de la Federación.
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No obstante, el año pasado fue histórico por ese nivel de aportación por concepto de la industria petrolera debido a los apoyos fiscales que el gobierno le ha otorgado a la empresa estatal, como fue la exención de impuestos en el último trimestre del año e inicio de 2024.
Este año, en plena transición de gobierno, Pemex hace un aporte decreciente a las finanzas públicas. Las aportaciones de todo 2023 y en lo que va de este año a la Federación son las más bajas desde que hay registro, a partir de 1990, con un año atípico en 2020, cuando la pandemia de Covid-19 afectó al sector petrolero a escala mundial.
Expertos señalan que la menor aportación de Pemex al erario es consecuencia de las debilidades operativas de la empresa, especialmente en el negocio de refinación y porque la plataforma de producción no ha crecido como el gobierno anticipaba y, al contrario, se ha ubicado en niveles no vistos desde hace 45 años, según cifras de la Secretaría de Energía (Sener).
Además, Pemex redujo temporalmente en 2024 sus exportaciones de petróleo crudo para priorizar la elaboración de gasolinas en el país, lo que se ha sumado a pérdidas operativas por las deficiencias del Sistema Nacional de Refinación.
Problema de fondo
Pemex es un lastre para las finanzas públicas, porque esta reducción en aportaciones recae más bien en sus resultados operativos negativos y en las aportaciones federales, afirmó Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
“La petrolera les resta a las finanzas públicas. El gobierno le ha aportado a Pemex en todo el sexenio un billón 803 mil millones de pesos, contando las aportaciones federales, los estímulos fiscales, otros apoyos financieros, transferencias con el Fondo Nacional de Infraestructura y la reducción del DUC [Derecho de Utilidad Compartida]”, añadió.
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“Mientras no cambie ese modelo de negocio esto va a seguir siendo así, cuando esos recursos se deben de invertir mejor. Se han perdido costos de oportunidad, como en la compra de medicamentos o en contar con otras obras de infraestructura para generar más crecimiento económico y bienestar para la población”, indicó.
Actualmente la petrolera tiene niveles de producción no vistos desde hace 45 años, conserva una deuda total de 101 mil millones de dólares, y enfrenta más problemas operativos, de seguridad, legales y de ciberseguridad, lo que se da en medio de la transición a energías limpias.
Múltiples retos
Para Luis Miguel Labardini, socio de la consultora energética Marcos y Asociados, mientras el gobierno dependa menos de Pemex es mejor, pues considera que la situación observada hace años era peligrosa, con una participación de los ingresos petroleros de cerca de 40%.
Las cifras de la SHCP muestran que entre enero y mayo de 2012 la aportación de Pemex alcanzó su máximo histórico, con 42% del total de los ingresos públicos.
“La situación actual es resultado de dos realidades: que el gobierno ha diversificado sus fuentes de ingreso, lo cual es muy sano, y que la producción de crudo se ha reducido, con menores regalías”, explicó.
“El gobierno ha reducido el Derecho de Utilidad Compartida [DUC] a 30% este año, cuando incluso llegó a estar en 70%. Se está ayudando a Pemex a salir del bache, pero no es suficiente si eso no viene acompañado de un cambio en el modelo de negocio que considere las pérdidas en refinación”, insistió Labardini.
La actual administración federal ha reducido el DUC para Pemex, al pasar de 65% luego de la reforma energética de 2013 al nivel actual de 30%, con el objetivo de aligerar la carga impositiva que Pemex entrega al erario por cada barril de petróleo vendido.
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“En otro contexto, ese 15% es buenísimo, porque significa despetrolizar las finanzas, pero cuando vemos cómo se ha alcanzado ahí está el problema”, dijo Gonzalo Monroy, director general de la consultora GMEC.
“Pemex está en líos hasta para pagar impuestos y por eso el gobierno le ha permitido tanto. Si comparamos lo que paga Pemex es la mitad o una tercera parte de lo que otras empresas privadas ganadoras en las rondas [de la reforma energética] están pagando”, aseguró el especialista.
Recordó que hace unos días el gobierno decretó otra condonación de impuestos a Pemex, lo que afecta todavía más a los bolsillos de todos los mexicanos.