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La mayor parte de las medidas que se proponen en el paquete fiscal 2020 al Congreso de la Unión están alineadas con las recomendaciones de la OCDE para combatir la evasión de las multinacionales que, de acuerdo con expertos, son necesarias para acabar con las “termitas fiscales”, dijo el socio de QCG Transfer Pricing Practice, Jesús Aldrin Rojas.
En entrevista con EL UNIVERSAL, estimó que con las armas que tendrá el fisco, México pueden tener éxito en frenar prácticas de planeaciones agresivas que utilizan las empresas globales para no pagar los impuestos correspondientes a las ganancias obtenidas aquí.
Consideró que se está en medio de una revolución tributaria, en la cual chocarán las antiguas formas de planeación agresiva que usan algunas multinacionales que operan en el país, a través de 60 mil subsidiarias, con las del Estado, para cobrar impuestos en donde se genera valor.
El experto advirtió quien no lo entienda así y no tome sus precauciones puede caer en una contingencia fiscal como la que pasó la juguetera de origen estadounidense Hasbro, la cual tuvo que corregir su situación y pagó al fisco mexicano 65 millones de dólares.
“Las compañías que pueden estar potencialmente afectadas por la instrumentación de alguna de estas medidas deberán inmediatamente corregir su situación porque las consecuencias son importantes”, alertó Aldrin Rojas.
Indicó en materia de precios de transferencias, las revisiones o auditorías son de carácter multimillonario, como le sucedió a la juguetera que fue el caso más sonado entre otras más.
En los huesos
Los precios de transferencia son aquellos que establece la multinacional a cada operación que hace con sus filiales, como el pago de servicios, regalías, intereses o materias primas y venta de productos terminados entre otros.
“Esas son operaciones que tienen asignado un precio de transferencia, pero muchas veces las multinacionales distorsionan o manipulan el precio para generar una menor base gravable para maximizar el beneficio y pagar impuestos en donde el ISR es muy bajo”, explicó.
Detalló que al régimen de precios de transferencia, que se creó para corregir esta situación, algunas firmas y contribuyentes “lo torcieron”, y lo usan como una herramienta para transferir sus utilidades hacia
el extranjero.
“Aquí hay un poco más de 60 mil filiales, y esas compañías las exprimen y acaban pagando nada de impuestos en México y eso pasa porque no se ejecuta bien el análisis de precios de transferencia”, matizó.
Estos desbalances, aseguró, se han vuelto una práctica común. Un experto de la Cepal los consideraba como “termitas fiscales”, porque además de hacer eso con los precios de transferencia, le agregas una planeación fiscal que genera hoyos, que dejan en los “huesos” a las compañías domésticas.
“El plan BEPS de la OCDE intenta combatir a estas termitas fiscales, y muchas de éstas acciones recomendadas las contiene el paquete fiscal 2020”, ponderó.
Aunque estableció que si bien las medidas relacionadas con precios de transferencia ya se aplican de manera inmediata en México, mientras no se exija certificación a los profesionales que se dedican a ver este tema para validar sus opiniones de una mejor manera, cualquiera podrá firmar y se le generará un hueco fiscal al país.
Dijo que la evasión en México por medio de precios de transferencia se calcula de entre 0.5% y 1.3% del Producto Interno Bruto (PIB).
Plano BEPS
El paquete fiscal 2020 tiene antecedentes en el plan BEPS (por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos que desde octubre de 2015, el cual propone 15 acciones para combatir la evasión fiscal de transferencia de utilidades.
Jesús Aldrin Rojas indicó que el paquete fiscal 2020 trae un alto contenido de las 15 acciones del proyecto BEPS para alinear la cancha entre multinacionales y locales.
Dijo que las medidas relacionadas con precios de transferencia forman parte de la primera etapa de implementación de dicho proyecto.
Con el paquete fiscal 2020 se incorpora la segunda de tres partes de instrumentación del plan de la OCDE que intenta atacar esas “termitas fiscales” o mecanismos de planeación muy populares.
Una de ellas es la que tiene que ver con la actualización del concepto de establecimiento permanente, como es el caso de muchas compañías que tienen ingresos de fuente doméstica a través de un contacto que se dedica a cerrar contratos y vende por cuenta de ellos.
Como ejemplo, mencionó la forma en cómo opera un negocio establecido en el país, el cual maneja 120 millones de dólares, pero como el residente en el extranjero no tiene un establecimiento permanente, México no puede ejercer su potestad tributaria sobre esa cantidad.
Toda esa riqueza generada se va a otros lugares considerados como paraísos fiscales, apuntó. Ahora con los cambios propuestos se pide a los que sean sus contactos o agente dependiente de ellos generar un establecimiento permanente y el residente del extranjero será contribuyente del ISR como cualquier otro causante nacional.
Otra se refiere a las compañías instrumentales o “fachada” que utilizan a personas físicas o morales para hacerse beneficiarios de cierto tratamiento fiscal, y al final cuando lo consiguen no pagan gravamen.
Se trata de entidades transparentes o LLC (Limited Liability Corporation) y lo que se hace en la miscelánea fiscal 2020 es que sean sujetas del ISR en México.
“Todas aquellas personas que tenían su riqueza en otras jurisdicciones haciendo uso de una entidad transparente tendrán que tributar en México; el estado de Delawere, Estados Unidos vive de vender ese tipo compañías”, comentó.
Lo que el plan BEPS y el paquete 2020 tienen como objetivo es cerrar estos mecanismos que interponen compañías instrumentales para tener acceso a beneficios fiscales.
Comentó que también se van a limitar las deducciones de intereses. “Sabemos que una empresa no se puede endeudar más de tres veces el capital, y ahora se incorpora una regla adicional, la cual establece que si un contribuyente tiene intereses en exceso de la utilidad fiscal ajustada por el factor de 30% no podrán deducir esa parte”.
“La regla va a limitar mucho a que las multinacionales endeuden artificialmente a sus subsidiarias para cobrarles intereses altos y tener una tasa de impuesto más conveniente, que a veces es nula respecto a la de dividendos; con ello se evita que te expriman vía deuda”, expuso.
Esto lo utilizan las empresas para transferir utilidades a otro país con un régimen fiscal conveniente.
A los fiscalistas o firmas se les obligará a presentar en febrero de cada año una declaración para dar a conocer los esquemas reportables o de planeación que están utilizando las empresas que asesoran, destacó el especialista.