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Previo a las reuniones anuales de Primavera, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), junto con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de Comercio (OMC), pidieron a la comunidad internacional acciones conjuntas coordinadas en materia de seguridad alimentaria.
“Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que apoye urgentemente a los países vulnerables a través de acciones coordinadas que van desde la provisión de suministros de alimentos de emergencia, apoyo financiero , aumento de la producción agrícola y comercio abierto”.
Advirtieron que el mundo está sacudido por crisis cada vez mayores; ahora las consecuencias de la guerra en Ucrania se suman a la actual pandemia de Covid-19 en su tercer año, mientras que el cambio climático y el aumento de la fragilidad y los conflictos representan un daño persistente para las personas en todo el mundo.
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En una declaración conjunta, instaron a ayudar a respaldar las necesidades financieras urgentes, incluso a través de subvenciones.
Se pronunciaron a favor de medidas que incluyan el financiamiento de suministros alimentarios inmediatos, redes de seguridad para abordar las necesidades de los pobres y para los pequeños agricultores que enfrentan precios de insumos más altos.
También exhortaron a todos los países a mantener abierto el comercio y evitar medidas restrictivas como la prohibición de exportar alimentos o fertilizantes que exacerban aún más el sufrimiento de las personas más vulnerables.
Es especialmente importante no imponer restricciones de exportación a las compras humanitarias de alimentos por parte del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, consideraron.
“Es fundamental brindar apoyo rápidamente a los países con inseguridad alimentaria de manera coordinada. Estamos listos para trabajar junto con nuestros socios multilaterales y bilaterales para ayudar a los países a abordar esta crisis urgente”, urgieron.
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LAS CONSECUENCIAS
Hicieron ver que los precios marcadamente más altos de los productos básicos y la escasez de suministros, están aumentando la presión sobre los hogares en todo el mundo y empujando a millones más a la pobreza.
Anticiparon que la amenaza es mayor para los países más pobres con una gran parte del consumo de alimentos importados, pero la vulnerabilidad está aumentando rápidamente en los países de medianos ingresos, que albergan a la mayoría de los pobres del mundo.
Refirieron que según estimaciones del Banco Mundial, por cada aumento de un punto porcentual en los precios de los alimentos, 10 millones de personas se ven arrojadas a la pobreza extrema en todo el mundo.
Señalaron que el aumento en los precios de los alimentos se ve exacerbado por un aumento dramático en el costo del gas natural, un ingrediente clave de los fertilizantes nitrogenados.
En tanto que los incrementos de los precios de los fertilizantes junto con los recortes significativos en los suministros mundiales tienen implicaciones importantes para la producción de alimentos en la mayoría de los países.
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