Para frenar el aumento de mexicanos obesos es necesario que se impongan nuevos impuestos a los alimentos con grasas saturadas y se deben subsidiar frutas y verduras, dijo el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría.
Este problema de salud llegó a niveles “alarmantes” en México, pues siete de cada 10 personas son obesos o tienen sobrepeso, lo que significa un aumento de tres veces más con respecto a lo que sucedió hace más de 20 años.
Si se observa el caso de los niños, la realidad es más trágica, porque la obesidad infantil se duplicó de 7.5% a 15% entre 1996 y 2016.
Durante el Seminario Obesidad, Sobrepeso y Diabetes, a la que asistieron los secretarios de Salud, Jorge Alcocer; el subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad, Ernesto Acevedo, y el director general del IMSS, Zoé Robledo, entre otros, Gurría Treviño afirmó que por los altos niveles de ese problema estiman que se reducirá la fuerza laboral mexicana, se aumentará el gasto en salud y se restarán 5.3 puntos al PIB del país.
El secretario general presentó el estudio de la OCDE La pesada carga de la obesidad: La Economía de la prevención, y comentó que “el caso de México es de los más preocupantes, pues cerca de 73% de la población padece de sobrepeso, en comparación con una quinta parte de los habitantes que habían en 1996. México tiene una de las tasas más altas de obesidad de la OCDE. Además, 34% de las personas sufren obesidad mórbida, el mayor grado de obesidad”.
El estudio refiere que las enfermedades relacionadas con el sobrepeso disminuirán las expectativas de vida en el país en más de cuatro años durante las próximas tres décadas.
Además, advirtió que se reducirá la fuerza laboral en 2.4 millones de trabajadores de tiempo completo anualmente, debido al surgimiento de enfermedades relacionadas con la obesidad.
En el caso del gasto, el problema supondrá 8.9% del desembolso en salud durante 2020 a 2050.
“México es el país de la OCDE en donde el sobrepeso, la obesidad y sus enfermedades derivadas tendrán el impacto más grande en el PIB entre 2020 y 2050”, precisó Gurría Treviño.
Para el organismo, se deben tomar acciones para eliminar el problema, por ejemplo, reducir 20% las calorías de los alimentos con alto contenido de sal, azúcar, calorías y grasas saturadas, lo que puede prevenir 1.4 millones de enfermedades en los próximos 30 años.
Si se disminuye el nivel de calorías de los alimentos se ahorrarán 1.9 mil millones de pesos al año en gastos de salud, aumentarán el empleo y la productividad a un equivalente de 71 mil trabajadores de tiempo completo por año.
“Introducir nuevos impuestos para los productos de alto contenido energético o de nutrientes específicos, como las grasas saturadas; subsidiar alimentos sanos y promover cambios en el producto”, propuso Gurría Treviño.
Por cada peso que México invierte en la prevención de la obesidad se tendrán de retorno hasta 6 pesos del PIB.