Si bien hoy estamos mejor que hace un año, no podemos cantar victoria; falta reactivar la economía sin depender del estímulo fiscal y monetario, y un tratamiento adicional a la vacuna contra el Covid, advirtió el gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), Agustín Carstens.
“Lo que sí podemos decir de manera muy contundente es que no podemos cantar victoria. Tenemos que seguir siendo muy prudentes y seguir trabajando, no nada más para abordar el tema de la vacuna, sino también el del tratamiento”, afirmó.
En conversación con medios mexicanos a propósito del Reporte Económico Anual 2021 emitido por el llamado banco de bancos centrales en el mundo, titulado Asegurar una recuperación duradera: Covid-19 y más allá, dijo que ese es el gran reto para la economía mundial, inducir mayor crecimiento, que haya prudencia y ver que el espacio fiscal y monetario se está agotando.
“Es necesario que el polvo se asiente”, manifestó desde sus oficinas en Basilea, Suiza, en reunión virtual el también exgobernador del Banco de México y extitular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
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La recomendación que hace sobre cómo abordar el tema de la pandemia, que aún no termina, no sólo es para gobernantes.
A los bancos centrales les hace ver que no es momento para tomar medidas extraordinarias fuera de calendario que resulten contraproducentes para hacerle frente a la inflación.
“El apretar ahorita demasiado la política monetaria implicaría buscar forzar los precios de casi todos los bienes y servicios de la economía a la baja para compensar aumentos en precios que responden a factores que no son monetarios”, ponderó.
Inducir esa reducción en precios que no se han visto afectados no ayudaría al resultado final económico que estamos buscando, alertó.
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Tampoco deben correr en materia de monedas digitales, porque es un maratón que implica ir lento, pero seguro.
Inducir crecimiento
A pregunta expresa de EL UNIVERSAL, Carstens advirtió que hacia adelante el margen de maniobra de las autoridades responsables de las políticas fiscal y monetaria ya no es tan grande.
Exhortó a fijarse que “no todo es monetario y no todo es fiscal, por eso se deben buscar fórmulas de crecimiento económico y estimulación de competencia para que se materialice en una tasa de crecimiento más alta”.
“El reto para la economía mundial es cómo vivir con el virus, mitigar sus impactos y cómo inducir el crecimiento sin depender de las políticas de estabilización”, estableció.
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Sobre los desafíos para los bancos centrales con las monedas digitales, comentó en el informe anual que el BIS dedica un tema especial. Puso de manifiesto que no hay una gran urgencia y al mismo tiempo cuestionó: “¿Hay un hueco que no se está llenando, un servicio que no se está dando que requiere de manera inevitable una moneda digital emitida por un banco central? Yo diría que no”.
Sobre la inflación que tiene preocupados a todos los bancos centrales, Carstens menciona a la Fed dado el protagonismo que ha tenido durante la pandemia y en la recuperación mundial.
“Lo que ha hecho es ser extremadamente cuidadosa en telegrafiar cuáles son sus acciones; les está diciendo: no se preocupen si en un momento voy a tener que ajustar, yo les voy a decir con mucha calma, no se pongan nerviosos”, interpretó.