Con el fin de evitar el estallamiento de un conflicto financiero, el gobierno federal ha propuesto a los tenedores de los bonos verdes emitidos por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México para la construcción del NAIM la recompra de parte de estos títulos.
Hay que recordar que la principal fuente de financiamiento para la construcción del NAIM en Texcoco fue la emisión de bonos, 2 mil millones de dólares se colocaron en 2016 y otros cuatro mil millones de 2017.
La cancelación del proyecto a finales de octubre pasado podría haber implicado al inicio de la administración de AMLO un litigio para exigir el pago anticipado de los bonos, lo que hubiera obligado al gobierno a liquidar de golpe 6 mil millones de dólares colocados.
Para evitar lo anterior, la Secretaría de Hacienda propuso a los tenedores de los bonos la recompra de hasta mil 800 millones de dólares , lo cual es beneficioso para los inversionistas como para las autoridades.
Por ejemplo, supongamos que cuando se emitieron los bonos estos tenían un valor de 100 pesos, sin embargo al cancelarse el proyecto, su cotización en el mercado se desplomó hasta 70 pesos, y de existir una demanda, la caída sería mucho mayor, en perjuicio de los propios accionistas.
La oferta de la recompra, lo que procura es que el precio de los bonos se mantenga. Si bien no regresaría a los 100 pesos de su valor inicial, si lograría que se recuperaría alrededor de los 80 pesos, reduciendo la pérdida de los tenedores de los bonos y el costo de la cancelación del proyecto para las finanzas públicas.
El éxito de esta propuesta dependerá de que la mayoría de los tenedores de los bonos esté en disposición de aprovechar el esquema de recompra y asumir una parte de la pérdida de la inversión, pero sacar de su cartera un activo de alto riesgo.
La clave es convencer a los fondos que es mejor asumir una pérdida menor que meterse a una pelea legal cuyo resultado no es seguro.
vcr