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La producción industrial en México inició el segundo semestre de 2017 con un retroceso de 1.5% en julio respecto al mismo periodo del año anterior, con base en cifras ajustadas por estacionalidad.

La disminución es la mayor desde junio de 2013, producto del menor dinamismo en tres de las cuatro grandes divisiones que la integran.

Los resultados a julio apuntan a que será difícil que la producción industrial contribuya positivamente al crecimiento del PIB durante el resto del año, dado el lastre que representan tanto la persistente caída en la extracción de petróleo y gas, dijo Eduardo González, analista económico de CitiBanamex.

“A corto plazo, los resultados de la actividad industrial imponen un ligero sesgo a la baja para nuestro pronóstico de crecimiento anual del PIB de 2% en el tercer trimestre de 2017”, agregó el especialista.

El principal responsable de la contracción de la producción industrial en julio fue el sector minero, que cayó 8.7% a tasa anual, con lo que acumula 38 meses a la baja, debido a la caída de la producción petrolera y la menor inversión pública en exploración y perforación de pozos petroleros.

Al interior de esta división, destaca el desplome de los servicios relacionados con la minería, con una contracción anual de 25.8%.

El rubro de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas por ductos al consumidor final, reportó una disminución de 2.9% en el séptimo mes de 2017 respecto al mismo periodo del año anterior, resultado principalmente de la caída de 3.6% en generación de energía eléctrica.

La producción de la industria de la construcción registró una contracción anual de 2.9%, con lo que acumula cuatro meses consecutivos a la baja; dicha disminución estuvo propiciada por la reducción de 4% en la edificación. La construcción de obras de ingeniería civil, altamente correlacionada con el gasto público en infraestructura, se redujo 2.1% derivado del esfuerzo de consolidación fiscal que realizó el gobierno.

El sector manufacturero, que es la división con mayor peso en la producción industrial (46.4%), reportó un avance anual de 2.7%, la tasa más baja en el año, lo que revela cierta desaceleración de esta industria, al inicio de la segunda mitad del año.

De las 21 actividades que comprenden la industria manufacturera, nueve reportaron una baja en julio respecto al mismo periodo del año anterior, entre las que destaca la fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón, con un desplome de 21.7%; así como la fabricación de muebles, colchones y persianas, con contracción de 11.1%, y fabricación de productos textiles, excepto prendas de vestir, que cayó 9.5%.

Entre las actividades manufactureras que reportaron los mayores crecimientos fueron: la fabricación de maquinaria y equipo, con un incremento anual de 32.8%; la fabricación de equipo de transporte, 11.2%, y la industria de la madera, 10%.

La producción industrial en su comportamiento mensual disminuyó 1% en términos reales durante julio de este año respecto a la del mes precedente, con base en cifras desestacionalizadas. Dicho retroceso es el más fuerte desde mayo de 2015.

Por componentes, la construcción cayó 2.1%, la minería retrocedió 1.4% y la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final bajó 0.3%.

Las industrias manufactureras crecieron 0.3% en el séptimo mes de 2017 frente a junio. De las 21 actividades que comprenden la producción manufacturera, 11 reportaron retrocesos en julio respecto al mes inmediato anterior.

Pese al favorable desempeño de la manufacturera, los analistas prevén una desaceleración de la actividad industrial en lo que resta del año.

Dado que existe un consenso generalizado de que la renegociación del TLCAN no afectará la dinámica del comercio entre México y Estados Unidos, es probable que la demanda externa por productos manufactureros mexicanos tienda a caer ante la menor incertidumbre, por lo que tanto la producción como las exportaciones manufactureras se desacelerarán durante los próximos meses, comentó Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte-Ixe.

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