noe.cruz@eluniversal.com.mx
El nuevo gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador va a tener que negociar con empresas como las gigantes petroleras ExxonMobil, Total, Chevron, BP o China Offshore Oil Corporation, entre otras, para que la producción de petróleo crudo ligero que esperan obtener de los bloques que ganaron en pasadas rondas de licitación no sea exportada y se quede en el país.
La medida entraría en vigor entre 2019 y 2020, con la extracción de yacimientos adjudicados y en los que están en transición a producción.
“México necesita petróleo ligero y no hay gran diferencia entre exportarlo o vendérselo al país”, dijo una fuente de alto nivel que forma parte del equipo que encabezará el sector energético de la nueva administración y que pidió no ser citado.
Fluvio Ruiz, especialista del sector energético y ex consejero profesional de Pemex, coincidió en el sentido de que “no hay diferencia para las petroleras que operan en México entre vender el petróleo que extraigan a refinerías de Galveston, Texas, que a la refinería de Tula”.
Explicó que no es necesario negociar con las multinacionales, cuando la Ley de Hidrocarburos plantea en el artículo 6 que “para el otorgamiento de una asignación, la Secretaría de Energía deberá motivar que se trata del mecanismo más adecuado para el interés del Estado”.
Por lo pronto, se busca que el mayor volumen de aceite ligero producido en el país se quede para consumo interno.
La decisión se evaluó como parte del Plan de Rescate de Pemex.
El pasado 22 de agosto, EL UNIVERSAL publicó que el próximo gobierno tiene delineado un catálogo de acciones para rescatar al sector energético, entre las cuales prevé “regular las exportaciones de productores privados, a fin... de apoyar el abasto nacional”.
La semana pasada Pedro Joaquín Codwell, secretario de Energía, dijo al comparecer ante diputados que a raíz de las licitaciones petroleras se tienen 107 contratos.
Detalló que esos convenios van a aportar 70 mil barriles diarios nuevos a la plataforma de producción en 2021; unos 148 mil, en 2022; otros 245 mil, en 2023, y 296 mil, en 2024.
Explicó que para 2024 es posible que la nueva producción alcance
los 736 mil barriles diarios, “solamente de los contratos de la reforma energética y los farmouts de Petróleos Mexicanos”.
Una parte de esa extracción corresponde a crudo tipo ligero.
Hasta julio de este año, los 29 contratos con producción aportan 51.1 mil barriles diarios, derivados de los trabajos que realizan empresas como Servicios de Extracción Petrolera Liftina —que es la privada que más está produciendo, con 2 mil 949 barriles diarios con datos a agosto de 2018—; Diavaz Offshore, Calicanto Oil and Gas; Renaissance Oil Corp, Canamex Energy Holding, Persus Tajón, Jaguar Exploración y Producción, DS Servicios Petroleros, Petrolera Cárdenas Mora y Deustche Erdoel México.
No obstante, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que administra estos activos, no detalla el tipo de crudo que extraen y si esa producción se queda o se exporta.
Hay áreas en la Ronda 1 Aguas Profundas (licitación 4), como la 1 del Cinturón Plegado de Perdido, la cual ganó la empresa China Offshore Oil Corporation E&P México, en donde se espera obtener crudo superligero a partir de mayo de 2022; el área 2 de esa misma licitación que ganó Total y ExxonMobil que esperan obtener aceite ligero y superligero en 2022.
El área 3 que ganó Chevron, Pemex e Inpex, de donde extraerán crudo ligero y súperligero, a partir de marzo de 2022.
Está también el área 1 de la Cuenca Salina que ganó Statoil, BP y Total, que extraerán aceite ligero y superligero en abril de 2022.