A cada mexicano le corresponderían 118 mil pesos si se repartiera toda la deuda pública existente que fue contratada a lo largo del tiempo y la nueva que se adquirirá el próximo año, entre los habitantes del país, independientemente de su edad, condición social o religión.
Así lo revelan las previsiones de deuda contenidas en el Paquete Económico 2023 que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó al Congreso este jueves, y tomando como base que el Consejo Nacional de Población (Conapo) prevé que México tendrá una población de 131 millones de personas el próximo año.
En el estudio El endeudamiento y la deuda pública. El impacto en las generaciones presentes y futuras, realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), se plantea que las siguientes generaciones podrían terminar pagando más impuestos y recibiendo un menor gasto público de no hacer cambios a las políticas públicas actuales.
A diferencia de otros años en que el monto de los pasivos se ve afectado por la depreciación del peso frente al dólar debido a la volatilidad en los mercados financieros o alguna crisis, el impacto ahora viene por el lado de la inflación.
Para combatir la carestía que se vive en todo el mundo, los bancos centrales están subiendo sus principales tasas de interés y el Banco de México no se ha quedado atrás, pues en los últimos dos años la duplicó de 4.25% a 8.50%, lo que eleva los intereses de la deuda del sector público.
La Secretaría de Hacienda está solicitando al Congreso autorización de un déficit primario de 0.2% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023 para hacer frente a esos compromisos.
Es decir, el gobierno se endeudará para pagar los intereses de la deuda, alejándose de la tendencia que lo había caracterizado de tener en su balance un superávit primario.
La dependencia que encabeza Rogelio Ramírez de la O plantea que la expresión más amplia de la deuda pública en México será de 15.5 billones de pesos el siguiente año. Esto equivale a 49.4% del valor total de la economía mexicana o 118 mil pesos para cada mexicano.
Evolución
La deuda por habitante ha ido creciendo durante el tiempo, pues hace una década era la mitad que ahora.
En 2018, el último año de la administración de Enrique Peña Nieto, la deuda por mexicano llegó a 84 mil pesos; en 2012, al final del sexenio de Felipe Calderón, fue de 50 mil pesos.
En el mismo periodo de la administración de Peña Nieto se incrementó en 30 mil pesos, es decir, de 2013 a 2017; y 18 mil en el lapso similar de Felipe Calderón, de 2007 a 2011.
Esto se debe al menor crecimiento económico y sus implicaciones en la recaudación tributaria, así como el mayor pago de intereses de la deuda que se contempla el próximo año por la subida de tasas de interés para frenar la inflación.
Desigualdad
La analista del CIEP, Sunny Villa, opinó que los trabajadores están pagando deuda y pensiones que adquirieron las pasadas generaciones, sin invertir lo suficiente para su vejez, y con eso, hay una desigualdad intergeneracional.
“El gasto en pensiones y el costo de la deuda hacen insostenibles las finanzas públicas y generan desigualdad entre generaciones”, afirmó.
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