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Las mujeres mexicanas son un grupo vulnerable a la crisis, incertidumbre y eventos catastróficos como enfermedades o pérdida de trabajo, ante la falta de educación financiera , relacionada con un bajo nivel educativo y desempeño en el sector informal, de acuerdo con el estudio “Iniciativas privadas de educación financiera en México: oferta, demanda y oportunidades de mejora”, realizado por Nacional Monte de Piedad , el Instituto Tecnológico Autónomo de México ( ITAM) y el Centro de Estudios de Competitividad.
El documento apunta que el 12% de la población mexicana , en su mayoría mujeres dedicadas a labores del hogar, tienen la educación financiera más deficiente, al tratarse de personas sin estudios o con niveles inferiores a primaria, con muy escasa familiaridad con el uso del teléfono móvil.
En tanto, clasifica con un nivel débil de educación financiera a otro 22% de la población mexicana, conformado por mujeres y hombres con estudios concluidos de educación básica que tienen un trabajo o trabajan en el hogar y no cuentan con seguro médico.
En tanto, el texto coloca a un 33% de la población, conformado por mujeres y hombres con estudios de educación media superior, que tienen un trabajo o trabajan en el hogar, no cuentan con seguro médico y aunque la mayoría posee celular, aún hay un porcentaje que carece de esta tecnología.
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El texto explica que los grupos mencionados se encuentran en una clasificación vulnerable, ya que enfrentan mayores riesgos de exposición a crisis, incertidumbre y eventos catastróficos como enfermedades, pérdida de empleo; riesgo de contar con capacidades y recursos insuficientes para afrontar y responder adecuadamente a dichas crisis, así como peligro de sufrir consecuencias graves e incluso irreversibles derivadas de las dos condiciones anteriores.
“Los tres segmentos más vulnerables agrupan a las dos terceras partes de la población y se caracterizan por importantes rezagos en aspectos específicos de conocimiento y uso de servicios financieros. Estos segmentos presentan rezagos severos en los temas relacionados con las dimensiones de alfabetización, comportamiento, planeación y uso de los servicios financieros. Por lo tanto, éstos son los temas en los que deben enfocarse los programas de educación financiera ”, resalta el texto.
Necesario, mayor impulso en educación financiera
El estudio realizó un mapeo de todos los programas, proyectos e iniciativas existentes en materia de educación financiera, que son coordinados, financiados o impulsados por la iniciativa privada en México.
Así, se encontró 73 programas con contenido propio, de los cuales, 63% es ofrecido por bancos y organizaciones no gubernamentales.
De la oferta existente de programas del sector privado para impulsar la educación financiera , El 90% incluye temas de planificación, 23% explica los principales conceptos y 53% de los programas tiene algún esfuerzo de focalización al segmento de jóvenes.
“Mientras que los programas para jóvenes tienen la mayor variedad de recursos, los focalizados en la base de la pirámide utilizan menos recursos que el promedio general, lo que limita la personalización o innovación en este sector, cuando es el que más requiere de herramientas innovadoras. Solo los programas enfocados en jóvenes incorporan mejores prácticas, tales como innovación, variedad de recursos y momentos enseñables”, explica el texto.
cev/ed