La agencia Moody’s dijo que esperará a conocer las primeras políticas de gobierno de la próxima administración de Claudia Sheinbaum para revisar su calificación soberana para México, de “Baa2” y con perspectiva estable.
Los ajustes fiscales, así como la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) serán temas centrales en esa evaluación, detalló.
“Aunque nuestro monitoreo del perfil crediticio del gobierno es continuo, creemos sobre todo que con el cambio de gobierno será necesario revisar el escenario base que tenemos para la calificación de México”, dijo el analista para México de Moody’s, Renzo Merino.
“Esperamos que, en los próximos meses, antes del cambio de gobierno, habrá más detalles de lo que serán las políticas de la próxima administración, tanto por temas del ajuste fiscal, los cuales se verán plasmados en el presupuesto 2025 a presentarse en octubre”.
En conferencia, el especialista detalló que se busca conocer con más detalle cómo será el apoyo de la próxima administración a la complicada situación financiera de Pemex, así como su impacto en el balance del gobierno.
“También nos interesa saber cuál es el plan para Pemex. En la perspectiva soberana hemos incorporado el riesgo de Pemex para las finanzas públicas. Si es que hay cambios en cuanto al manejo de la deuda de Pemex y el rol que podría tener el gobierno federal en algún tipo de transacción, será importante para nosotros entender cuál es el impacto final sobre la hoja de balance del gobierno y las métricas de deuda”, explicó.
El especialista añadió que teniendo en cuenta la nueva composición del Congreso de la Unión y lo que esto puede implicar para las posibles reformas que se den en los próximos meses, se debe entender bien cómo podrían evolucionar los contrapesos en el país, así como también otros temas relacionados con el ambiente de negocios.
“Hacia el cuarto trimestre de este año estaríamos en una posición de tener más información para realmente evaluar el nivel y, en última instancia, la perspectiva que tenemos del soberano, recordando que la calificación actual del gobierno es “Baa2”, dos peldaños dentro del grado de inversión, con perspectiva estable”, dijo.
Al momento, Moody’s mantiene una buena expectativa sobre los beneficios y atracción de inversiones que puede tener México con el fenómeno de la relocalización de capitales (nearshoring); sin embargo, de cambiar las condiciones podrían haber repercusiones en ingresos y perfil crediticio del país.
“Nuestra perspectiva actual es que México pueda beneficiarse del proceso del nearshoring, pero si vemos que las condiciones van a cambiar en adelante y que estas perspectivas de inversión no llegarían a su potencial, eso podría pesar en el crecimiento económico y afectar la consolidación fiscal y el perfil crediticio”, dijo Merino.
Sobre Pemex, la analista de Moody’s, Roxana Muñoz, dijo que se espera que se mantenga el respaldo de la siguiente administración, considerando que duplicará sus necesidades de financiamiento en los próximos tres años, alcanzando 21 mil millones de dólares.
“Una de las condiciones para bajar más la calificación (de Pemex) es la reestructura de la deuda. Todo va a depender de cómo se va a realizar y si habrá pérdidas para los inversionistas. Esto sería lo principal por monitorear”, dijo.