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México podría cerrar el 2024 con un ingreso por remesas familiares aproximado de alrededor de 65 mil 100 millones de dólares, cifra que marcará nuevamente un máximo histórico, según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Lo anterior, significará la tasa de crecimiento más baja con 2.9% entre las subregiones de América Latina y el Caribe (ALC), y por debajo del promedio del 5% que tendría la región en su conjunto, destacó en un nuevo informe el organismo financiero internacional.
Sin embargo, enfatizó, nuestro país se mantiene como el principal receptor de la región con el 40.5% de las remesas que reciba toda Latinoamérica, aún con un porcentaje menor en 0.8 puntos porcentuales al observado el año anterior.
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En el reporte “Las Remesas a América Latina y el Caribe, disminuyendo el ritmo de crecimiento”, se pondera que los flujos que recibe México provienen en 96% de Estados Unidos, y 1.8% de Canadá, ya que la gran mayoría de los paisanos radican en estos dos países de Norteamérica.
Hace referencia que durante el primer trimestre de 2024, el ingreso por remesas reportó una disminución de 13.2% respecto a lo observado en años previos, similar a lo observado en el mismo periodo del 2023.
Después, entre abril y junio, presentaron una tasa del 22.5%, es decir casi igual a un año antes, con lo cual se confirmarían los efectos estacionales de estos flujos, se pondera en el documento.
Para el tercer trimestre, se menciona que suele darse una desaceleración, por lo que cayeron 1.1%.
Así, de acuerdo con el informe, de mantenerse esta tendencia y aplicando los coeficientes de estacionalidad respectivos, se espera que al cierre del presente año las remesas que reciba México alcancen una tasa de crecimiento anual cercana al 2.9%.
Para el conjunto de la región, los especialistas del BID que elaboraron el informe, anticipan que con base a los datos al tercer trimestre de 2024, las remesas hacia ALC podrían terminar el año con un avance de 5%.
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Es decir, una desaceleración sobre lo que se captó en años anteriores y estaría reflejando la ralentización de estos flujos, ante un mercado laboral para los migrantes en el exterior con menor variación respecto al 2023.
También se explica, por la mejoría relativa en las economías de los países receptores, sobre todo de Centroamérica y México, porque disminuye las necesidades de los beneficiarios, ponderó.
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Respecto de las remesas que recibieron los países de la región suramericana, el análisis muestra que siguieron aumentando, motivado por la devaluación de las monedas en varios países de esta región de ALC.
Además, por la recuperación más lenta que experimentan sus economías, factores que siguieron alentando un crecimiento mayor en el flujo de remesas hacia esta parte de América Latina.
mgm
