La falta del hábito del entre la población mexicana no se limita solamente a problemas de falta de ingreso y bajos recursos. Un 53% de los niveles más altos tampoco guardan dinero, de acuerdo con un estudio de Sabadell México y el Instituto Tecnológico Autónomo de México ().

De acuerdo con el documento “entendimiento de las decisiones de ahorro de los ”, realizado en colaboración por ambas firmas, el acceso al ahorro formal sigue siendo desigual y falta un largo camino en todos niveles socioeconómicos.

Según María Cruz, profesora investigadora del ITAM, en el caso de los niveles poblacionales de menores ingresos, solamente 8% de la gente ahorra de manera formal.

La especialista detalló que en términos generales, las mujeres ahorran menos que los hombres en todos los segmentos, con la mayor brecha en niveles altos y en menor medida en el rubro de ingresos bajos.

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El documento detalló que en el país conviven instrumentos formales, como cuentas de nómina, cuentas de ahorro, y seguros, con los métodos informales, tales como guardar dinero en casa, cajas de ahorro y tandas.

Así, solamente el 24.8% de la población utiliza mecanismos formales, lo que refleja una dependencia importante de métodos informales o la ausencia del hábito del ahorro. Además, se observa una relación directa entre el nivel de ahorro y el bienestar financiero: apenas el 16% de las personas con bajo bienestar ahorra, cifra que asciende al 63% en el grupo con mayor estabilidad.

El estudio detalló que solamente 11% de la población ha acumulado un ahorro que supere tres meses de ingresos —alcanzando 18% en estratos altos frente al 5% en niveles bajos.

En el caso de las mujeres, cerca de 60% cuenta con un ahorro inferior a una quincena de ingresos y donde la falta de ahorro se identifica como el principal obstáculo para alcanzar metas financieras, superando incluso otros factores como la falta de oportunidades laborales.

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Sobre la importancia de fomentar el ahorro en México, el presidente de la Comisión Nacional para la protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (), dijo que el término no es atractivo para la población joven en el país, con lo cual se deben diseñar productos acordes a la dinámica poblacional y al momento de ingresos y consumo que tiene la población objetivo.

“Yo trato de evitar usar la palabra ahorro de entrada. Es poco sexy y atractiva. Es mata pasiones ese concepto. Tú le dices a una joven, que está metido en una lógica de consumo exacerbado que tiene que ahorrar, pues te manda al diablo”, dijo.

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desa/mgm

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