Nos comentan que por más que se diga y repita que la decisión de Citi sobre su salida de la banca minorista de México, con la venta de la joya de la corona, Banamex y su Afore, entre otros activos, quizá no respondería solo a su nueva visión estratégica global. Nos recuerdan que acciones del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, como el tope a comisiones en Afores, así como la escasa participación de CitiBanamex en el mercado de remesas, y los cambios en su producto saldazo, seguramente pesaron a la hora de hacer el balance. La presidenta de Citi, Jane Fraser, se reunió con AMLO en agosto pasado, y nunca se dijo que vino a reafirmar su compromiso con México. También en abril de 2021, la presidenta de Santander, Ana Botín, comió con López Obrador. ¿Será que vienen más sorpresitas?
Más presión a socios del T-MEC
Ya nos contaron el trasfondo de las cartas que enviaron legisladores estadounidenses a la representante comercial de su país, Katherine Tai, para quejarse de que México y Canadá incumplen el T-MEC. Casualmente, las misivas se enviaron el mismo día en que inició la reunión viceministerial para evaluar la implementación del tratado trilateral. Una carta fue de los líderes del Comité de Finanzas en el Senado de Estados Unidos, Mike Crapo y Ron Wyden, y la otra de Kevin Brady, cabeza de los republicanos en el Comité de Medios y Procedimientos de la Cámara Baja. En opinión del exnegociador del TLCAN, Jorge Molina, los legisladores están enviando un mensaje al gobierno estadounidense para que implemente una política comercial más ruda en contra de México y Canadá en 2022, acusándolos de incumplidos.
INA anticipa fallo favorable
Hablando del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), nos dicen que la Industria Nacional de Autopartes (INA), presidida por Alberto Bustamante, confía en que nuestro país ganará el panel de solución de controversias que interpuso la Secretaría de Economía al amparo del acuerdo comercial por la diferencia de criterio que existe con EU sobre las reglas de origen automotrices. El conflicto radica en que los estadounidenses no quieren reconocer que si las siete partes esenciales de un vehículo suman 75% de contenido regional, en automático suban a 100% al hacer la suma del origen de los componentes. Esto viene en los textos del T-MEC, afirma Bustamante, y no es invención de Canadá ni de México, por lo que es probable ver en seis meses el asunto solventado.