Las estaciones de servicio arrancaron el año con un alza récord en el precio de los combustibles, por las cotizaciones internacionales, la depreciación cambiaria, entre otros factores, coincidieron expertos.
Al vigilar las 55 principales ciudades en el país, el Inegi encontró que el precio promedio de la gasolina regular o magna, la más consumida, subió 7.7% durante enero frente al mismo mes de 2024.
Se trata del mayor incremento desde noviembre de 2022, cuando se encareció 8.4%.
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![Sin tregua para los automovilistas. Fuente: Inegi](https://www.eluniversal.com.mx/resizer/v2/H57XZFZQQJGX3F45LAFTJ24YYA.gif?auth=d0fa34472dc8450bd529e9eb794bf3e8decc0efdfe5e33dc614b3d809dd80737&smart=true&height=620)
Los ajustes más pronunciados fueron en estados que tienen frontera con Estados Unidos, cuya lista está encabezada por Coahuila, donde la gasolina verde se encareció 9.5%, seguido de Baja California, con 9.3%. En ambos es la mayor alza desde enero de 2022.
Detrás de este resultado está el aumento en los precios internacionales, aunque ha sido mitigado por los estímulos fiscales, cuya implementación desvaneció el efecto que tuvo el ajuste inflacionario del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) al comenzar el año, opinó el director de PetroIntelligence, Alejandro Montufar.
“El efecto fiscal es inmediato y cualquier alza en los valores del IEPS no se implementa a 100% en el mercado, ya que cada semana se publican reducciones a estos impuestos dependiendo del mercado global”, dijo a EL UNIVERSAL.
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“Del precio que se observa en las estaciones, 40% son impuestos, 10% es para toda la cadena de valor, desde la refinación o importación hasta el expendio, y 50% es el valor del combustible per se, razón por la cual es más efectivo bajar o subir el impuesto para estabilizar el precio, que intervenir en los márgenes de las empresas que participan en el sector, pues hay gran riesgo de generar distorsiones y múltiples efectos negativos dadas las estructuras distintas de costos”, señaló.
La Organización Nacional de Expendedores de Petrolíferos (Onexpo), que representa a más de 90% del sector gasolinero, explicó que varios factores externos y no controlables inciden en los precios al consumidor final.
En diciembre pasado, 61% de las gasolinas que se vendieron en México fueron producto importado, principalmente de Estados Unidos, señalan los registros de Pemex.
Tratándose de combustibles del extranjero, deben considerarse la relación del peso ante el dólar, los costos logísticos de transporte desde los lugares de la importación hacia los puertos mexicanos o puntos de internación, y de estos sitios a las terminales de almacenamiento, y por último a las estaciones de servicio, expuso la Onexpo.
Entre enero de 2024 y el mismo mes de 2025 el tipo de cambio pasó de 17.09 a 20.55 pesos por dólar, según la paridad FIX que determina el Banco de México (Banxico).
La Onexpo destacó que la insuficiente infraestructura para el transporte por ducto sube notablemente el costo de mover los combustibles por vía terrestre, lo que incide en diferencias de precios en las más de 80 regiones del país.
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En el caso de la producción nacional, señaló, existen costos logísticos por transportar los productos desde las siete refinerías hasta las terminales de almacenamiento y de ahí a las gasolinerías.
Coincidió en que el IEPS y otros impuestos impactan en el precio final, así como los costos de múltiples redundancias regulatorias y recientes reformas laborales, que elevaron de 18% a 20% los gastos relacionados con el personal.
Agregó que la inseguridad y actos delictivos ocasionan pérdidas.
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Recalcó el mercado ilícito, al propiciar que estaciones y puntos de venta informales ofrezcan combustibles con precios incluso menores a los de las terminales de almacenamiento y reparto, lo que genera distorsiones en el mercado. Entre los problemas mencionó el huachicol fiscal, el combustible extraído desde tomas clandestinas y las mezclas de hidrocarburos.
Control de precios
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó ayer que el gobierno trabaja con los gasolineros para, de manera voluntaria, fijar un precio máximo de venta al público.
Las leyes de reforma energética establecen cambios regulatorios para que la Comisión Nacional de Energía dé seguimiento y haga la obligatoriedad de informar la trazabilidad del combustible que se importa, subrayó.
También se plantea desarrollar un modelo especial, adicional a lo que ya existía, contra el robo de combustible mediante ductos, detalló la Mandataria.