La producción de petrolíferos de (Pemex) —que incluye gasolinas, diésel y combustóleo, entre otros derivados— ligó cuatro meses a la baja y cerró el mes pasado en 817 mil 819 barriles diarios, de acuerdo con cifras de la compañía, lo que significó una caída de 6.7% respecto a octubre.

Se trata de una reducción que está vinculada con la disminución de producción de crudo en los yacimientos en que opera la empresa, lo que también genera que se vea obligada a importar más combustibles automotrices desde Estados Unidos, aumentando la dependencia a esos recursos y dejando atrás cualquier objetivo político de autosuficiencia energética en hidrocarburos.

En tanto, la producción de gasolinas en el Sistema Nacional de Refinación (SNR) se ubicó en 235 mil 740 barriles diarios en noviembre de este año, ligando tres meses a la baja, y se trató del menor volumen obtenido en los últimos 12 meses.

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De capa caída. Fuente Pemex
De capa caída. Fuente Pemex

“El problema de Pemex está en el área de refinación y de ahí se generan más problemas que han hecho que la empresa sea de las más endeudadas del mundo con un monto total a pagar por 100 mil millones de dólares”, dijo Damian Fraser, director general de Miranda Partners a EL UNIVERSAL, en una entrevista previa.

Y es que el reto para el SNR es que está conformado por seis instalaciones viejas y configuradas para procesar crudo ligero, cuando actualmente Pemex extrae mayormente crudo pesado.

Lo anterior genera que al procesar petróleo pesado en las refinerías del país se produzcan menos combustibles automotrices y más combustóleo, que es un derivado con alto contenido de azufre y con poco valor en el mercado, además de ser altamente contaminante.

Además, pese a que esas seis refinerías tienen una capacidad de producir un millón 640 mil barriles diarios, operan a menos de 50% debido al problema de raíz, que es su configuración.

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Dos Bocas, aún no

A la par, la nueva refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas, Tabasco, se mantiene en etapa de pruebas y aún no hay claridad respecto a cuándo va a alcanzar su máxima capacidad.

En noviembre pasado, las nuevas instalaciones de Pemex elaboraron 14 mil 362 barriles diarios de derivados, repartidos así: mil 582 barriles de gasolina magna de ultra bajo azufre; 7 mil 38 barriles diarios de diésel de ultra bajo azufre, y 5 mil 742 barriles de coque, un derivado viscoso y que tiene alto contenido de azufre y con mínimo valor en el mercado.

Ante esa situación, la nueva administración de la empresa, encabezada por Víctor Rodríguez Padilla en la dirección general de Pemex, y Luz Elena González, titular de la Secretaría de Energía (Sener), está implementando medidas de eficiencia, considerando que los problemas de Pemex son operativos, pero también financieros.

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“Saben que hay que hacer algo para que Pemex sobreviva en el largo plazo. El reto más importante es reducir o eliminar las grandes pérdidas financieras de refinación”, dijo previamente Luis Miguel Labardini, socio de Marcos y Asociados, Consultora Energética.

“La carga de la deuda es otro gran problema. Sería posible que el gobierno asumiera la mitad de la deuda de Pemex, lo que sería una forma de bajar el costo tan alto que en este momento tiene, porque no es grado de inversión”.

Sin embargo, el problema es más severo, pues sin contar con la extracción de condensados, la producción de crudo ha disminuido a niveles no vistos desde hace 45 años, lo que presiona no solo a la empresa, sino a las finanzas del país, al no captar más ingresos para al erario a través de la exportación de crudo.

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En la actualidad, la plataforma de extracción se ubica en un millón 674 mil 382 barriles diarios, dato lejano a la meta de un millón 800 mil barriles del actual gobierno en cuanto al promedio de producción de crudo para todo el sexenio.

Cuesta arriba

La petrolera con la mayor deuda del mundo ya empieza a resentir los problemas que la anterior administración le heredó pues, además de la caída en producción, tiene un SNR rezagado en inversiones y una refinería que supuestamente debía estar operando a 100% en septiembre pasado, pero no está cerca de funcionar de forma regular.

“Por lo que vemos en las estimaciones de la propia Secretaría de Energía sobre producción de petrolíferos, la refinería de Dos Bocas comenzaría a operar plenamente en 2027, por lo que los costos aún pueden ser mayores”, dijo Ramsés Pech, analista del sector energético por Caraiva y Asociados.

Esta refinería está lejos de elaborar 280 mil barriles diarios de gasolinas y diésel. Además, ya tiene un sobrecosto que supera 150%, según los propios datos de Pemex.

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Los problemas de la empresa de deuda financiera y pagos pendientes a proveedores están escalando, mientras el país enfrenta una mayor necesidad de importar gasolinas desde Estados Unidos.

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