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Al verse rebasada por los desafíos que significa operar el principal puerto en el país, la Secretaría de Marina (Semar) tuvo que contratar servicios privados para dar mejores resultados en seguridad, de acuerdo con especialistas.
EL UNIVERSAL accedió al fallo de la licitación pública LA-13-J3B- 013J3B001-N-47-2024, para la contratación de servicios especializados de seguridad y protección de las instalaciones de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) de Manzanillo, del 1 de enero al 31 de diciembre de este año.
“La importancia estratégica del puerto de Manzanillo en el comercio internacional y su papel como nodo logístico clave en el país, demanda un nivel de seguridad y protección de primer orden para mitigar riesgos asociados a amenazas internas y externas, incluyendo actividades delictivas, terrorismo, contrabando y otros actos ilícitos”, destacó la Marina en la documentación para justificar la contratación.
El proceso de licitación terminó en julio pasado, cuyo expediente fue retomado para este año en la plataforma CompraNet y reveló que Seguridad Privada Sagas, S.A. de C.V. ganó el contrato por un monto de 154 millones 156 mil pesos.
Esta empresa tendrá que garantizar la implementación de medidas de seguridad proactivas y eficaces, adaptadas a los desafíos contemporáneos y a la naturaleza dinámica de las amenazas emergentes en el puerto de Manzanillo, recinto localizado en Colima que se encarga de mover 45% de todos los contenedores de carga en el país, según la coordinación general de Puertos y Marina Mercante.
“Atrae a la delincuencia”
El presidente de la Asociación Mexicana de Importadores y Exportadores (Anierm), José Gerardo Tajonar, expuso que el problema yace en que el puerto es atractivo para los grupos criminales, dadas sus dimensiones, el flujo de recursos que maneja y su cercanía con Jalisco, Nayarit y Michoacán.
“Al pasar 300 millones de dólares diarios por el puerto se vuelve un atractivo para la delincuencia. Esperemos que el uso de binomios caninos, sistemas de inteligencia y equipos especializados puedan dar mejores resultados en el combate de los grupos”, dijo en entrevista con El Gran Diario de México.
El coordinador del seminario en estudio de Defensa, Seguridad e Inteligencia de la UNAM, Javier Oliva, opinó que la contratación se debe a que incluso la Marina se ve rebasada por las necesidades en el puerto, al carecer de personal y elementos suficientes.
“Ahora que la Marina exponga que hay posibles riesgos de terrorismo es normal para las dimensiones del puerto, como sucede en Estados Unidos o Europa”, dijo a EL UNIVERSAL.
Con relación al terrorismo, Oliva comentó que es un tema que Donald Trump, quien asumirá mañana como presidente de Estados Unidos, invocó con el fin de tener una treta para echar abajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), debido a que las bandas criminales han crecido, pero no son Al Qaeda o el Estado Islámico.
Buscan preservar la reputación del puerto
El contrato que otorgó la Marina permitirá el acceso a recursos técnicos y humanos altamente capacitados para la detección temprana de vulnerabilidades, así como la respuesta inmediata ante incidentes y la aplicación de protocolos de seguridad y emergencia acorde a los estándares internacionales y las regulaciones vigentes, indicó la documentación de la licitación.
La dependencia que encabeza el almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles destacó la capacidad de los servicios contratados para adaptarse a las necesidades específicas del puerto y su disposición para trabajar en estrecha colaboración con las autoridades portuarias y otros actores relevantes garantizan una gestión de seguridad coordinada y efectiva.
“En última instancia, la contratación de este servicio especializado representa una inversión en la protección del activo más valioso de la Asipona Manzanillo: sus instalaciones y su personal; es una medida proactiva que busca mitigar riesgos, preservar la reputación del puerto y asegurar su funcionamiento continuo y seguro en el futuro próximo”, detalló la documentación.
La Marina tomó el control del puerto de Manzanillo durante el sexenio pasado, para mejorar la seguridad del recinto, dado que antes “era plata o plomo”, según el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
