Tokio.— Los ministros de Energía y Medio Ambiente del G7 acordaron ayer acelerar los esfuerzos para abandonar el uso del carbón y otros combustibles fósiles, aunque hubo división en el plazo y métodos y, sobre todo, con respecto al uso de energía nuclear, tras la decisión alemana de cerrar sus últimas centrales.
“Subrayamos nuestro compromiso, en el contexto de los esfuerzos globales, por acelerar la eliminación gradual de los combustibles fósiles para alcanzar sistemas de energía con emisiones netas cero para 2050”, señala la declaración conjunta adoptada por los ministros al término de su reunión celebrada en Sapporo, al norte de Japón.
Alemania desconectó el sábado sus tres últimas plantas, Isar 2 y Neckar 2, en el sur, así como Emsland, en el centro, en el que supone un adiós definitivo a este tipo de energía.
El pasado diciembre, sin embargo, Japón decidió extender la vida útil de sus reactores nucleares para operar más del límite actual de 60 años, con el fin de garantizar su suministro eléctrico.