A la huelga estallada por trabajadores de Boeing, a partir del 13 de septiembre, se sumó el anuncio del presidente y director general de la empresa, Kelly Ortberg, quien este viernes dio a conocer a todo su personal que la compañía va a despedir “en los próximos meses” a 10% de su plantilla, lo que equivale a unas 17 mil personas.
“Nuestro negocio está en un momento difícil, y no es fácil exagerar los retos que afrontamos (...) Restaurar la compañía requiere de decisiones duras que tendremos que tomar para hacer cambios estructurales que nos garanticen la competitividad”, señaló en una carta dirigida a los trabajadores.
Boeing enfrenta una huelga sin visos de que concluya en breve, y esto se añade a los problemas técnicos de varios de sus aviones, registrados últimamente: sólo en 2024, hay reportados al menos siete incidentes, aunque ninguno mortal.
Tras anunciarse los despidos, y en las operaciones posteriores al cierre de Wall Street, las acciones de la compañía caían 1.90%.
Los despidos afectarán a directivos, gerentes y empleados rasos, explicó el presidente, que prometió información más detallada para la próxima semana, pero ya anticipó que se anula el próximo ciclo de permisos.
El ejecutivo mencionó que esperan pérdidas de 9.97 dólares por acción en el tercer trimestre, cuyos resultados se publicarán el 23 de octubre.
Anunció, además, retrasos en sus entregas de aparatos: los 777X, llamados a ser los aviones más grandes del mundo, llegarán hasta 2026, lo que ya ha sido notificado a sus clientes.
Boeing va camino de cerrar un annus horribilis que comenzó el 5 de enero en Portland, cuando un 737 Max 9 perdió una puerta al despegar de Portland. El incidente obligó a la inmovilización temporal en todo el país de esos modelos. Agencias