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El gobierno considera que la refinería de Dos Bocas, que tendrá una capacidad de 300 mil barriles diarios y que iniciará operaciones en 2022, propuesta por la próxima administración, “ayuda - rá a complementar la oferta de las refinerías existentes”.
Se estima que a partir de 2023 el nuevo complejo aportará 188.9 mil barriles diarios de petrolíferos, para alcanzar su capacidad máxima de 209 mil barriles diarios en 2032, de los cuales 83% será producción combinada de gasolinas y diesel. En la última Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos anual del gobierno de Enrique Peña Nieto, se decidió “tomar en cuenta las declaraciones respecto del plan energético de la nueva administración”.
Se incorporó también el programa de rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación (SNR), que es integrado actualmente por seis refinerías, con el objetivo de elevar su nivel de utilización. Se considera un programa de mantenimiento correctivo en 2020 y otros preventivos en 2021.
Sin embargo, la prospectiva considera que “la construcción de la nueva refinería podrá incurrir en algún retraso de su inicio de operación por los tiempos de licitación, los trámites de todo tipo, el desarrollo de la ingeniería, la procura de equipos críticos y mayores tiempos en la construcción y la infraestructura externa de logística y almacenamiento, indispensables para la operación y comercialización de materias primas y productos”.
Para 2032 se estima que la capacidad de proceso del SNR crecerá a un millón 915 mil barriles diarios, “lo cual reflejará un aumento de 300 mil barriles diarios respecto de 2018”.
De la producción de gasolinas y diesel esperada, la nueva refinería será la tercera fuente de abastecimiento, con 16%, sólo detrás de Salina Cruz (20%) y Tula (17%).
En cuanto a las expectativas de la producción de petróleo crudo, la prospectiva de la Sener señala que México aspira a producir 3 millones 252 mil barriles diarios de petróleo dentro de 15 años, el mismo nivel que tenía hace 12 años.
El documento, reflejo del trabajo de distintas áreas de la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y Petróleos Mexicanos, reconoce que será hasta 2020 cuando “comience a verse reflejada la producción proveniente de las oportunidades exploratorias licitadas de las diferentes rondas”.
