La pandemia de Covid-19 aceleró algunas tendencias en el sector inmobiliario, como el mayor uso de tecnología y aplicaciones tanto para mostrar los inmuebles como para firmar documentos.
Dado que la demanda de inmuebles no se detuvo, pues es esencial contar con un lugar para vivir, las empresas del sector aceleraron sus procesos de digitalización en varias áreas.
De acuerdo con Trato, startup dedicada a facilitar el proceso de creación y gestión de contratos, en julio de 2021 el uso de contratos digitales en empresas del sector inmobiliario como desarrolladores, constructores y arquitectos se incrementó 128% respecto al mismo mes de 2020.
El principal impulsor para utilizar contratos digitales fue dar mayor agilidad en los procesos y evitar el contacto físico.
Existen varios tipos de contratos en el sector inmobiliario: compra-venta, arrendamiento de residencia, alquiler para la opción a la compra, subarrendamiento y promesa de compra-venta.
“Es importante señalar que los contratos inteligentes o digitales para el sector inmobiliario son totalmente legales en el país, debido a que la creación del consentimiento puede darse a través de medios electrónicos, de conformidad con lo establecido en los distintos ordenamientos civiles”, explicó Ignacio Bermeo, fundador y director General de Trato.
Entre las principales ventajas de su uso figura la reducción en el costo de operaciones, pues la contratación física provoca que al menos un delegado de cada participante se traslade al lugar.
Para la firma del documento es necesario que las partes realicen gastos de transporte para la negociación, y si ambas partes deciden enviar los documentos por correspondencia, tendrán que realizar gastos de envío y recepción. En ambos casos, además de los gastos económicos, es necesario invertir tiempo.
En cambio, la negociación y contratación por medios electrónicos permite que los participantes desarrollen la firma de los documentos digitales desde cualquier lugar del mundo, en tiempo real, sin necesidad de realizar gastos de transporte, envío o recepción, y ahorrar tiempo.
Otro punto a favor es la reducción de costos en material, pues celebrar contratos en tinta y papel requiere que los participantes cuenten con el equipo y material necesario para imprimir.
En principio, pareciera un tema menor, pero con el tiempo representa un “gasto hormiga”.
Con el uso de los contratos digitales ya no existe el gasto en material, pues se puede utilizar cualquier dispositivo electrónico con acceso a internet. Por ejemplo, Trato tiene todos los documentos para sus servicios en la nube.
Otra ventaja es la reducción de costos en resguardo de documentos, pues el almacenamiento y búsqueda física tienen un costo, ya que se debe designar un lugar para resguardar los papeles, pero en la modalidad electrónica se ofrece el almacenamiento de documentos en la nube.
El uso de medios electrónicos representa mayor seguridad para los participantes de un contrato, pues la firma electrónica avanzada debe estar vinculada de forma exclusiva al firmante, identificarlo, ser creada a través de medios que el firmante mantiene bajo su exclusivo control.