Inflación se seguirá deteriorando por lo que resta del año: Banorte

Las presiones en precios se mantendrán durante el resto del año y es probable que en 2022 la inflación se mantenga por arriba de la meta del Banco de México, dijo el director general Adjunto de análisis económico y financiero de Banorte, Alejandro Padilla.

“Es probable que la dinámica de la inflación continúe mostrando un deterioro para lo que resta del año, Banorte estima un pronóstico para el fin de año de 6.6%. Para 2022 probablemente se observará que las presiones inflacionarias comenzarán a moderarse, pero con una inflación anual que se mantendrá por arriba de la meta del banco central. Debido a esto, el pronóstico de inflación para el cierre del año próximo es de 4%”, explicó.

De acuerdo con el especialista, ante este panorama y la reacción que tuvo el Banco de México al aumentar 25 puntos base su tasa de referencia por cuarta ocasión consecutiva en 2021, para ubicarse en 5%, lo cual muestra un tono restrictivo, centrando la visión en el panorama de inflación y sus expectativas.

“Probablemente, se observará un alza más de 25 puntos base en la reunión de diciembre de Banxico y con ello la tasa de referencia cerraría en 5.25% en 2021. Para 2022, se espera que las alzas acumuladas de Banco de México sumen 125 puntos base, es decir, la tasa de referencia de México probablemente terminará en 6.50%”, apuntó el directivo.

Padilla mencionó que la transitoriedad de las presiones inflacionarias continúa perdiendo fuerza, ya que las cifras de inflación del mundo sorprenden de manera negativa. Por ejemplo, el indicador en Estados Unidos observó un incremento importante al pasar de 5.4% durante septiembre a 6.2% en octubre; esto significa un incremento casi 500 puntos base si se compara con el cierre del año pasado.

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“En la actualidad, se vive un periodo de muy alta inflación en el mundo, la cual se origina por diversos factores, la mayoría de ellos del lado de la oferta. El incremento en los costos que enfrentan las empresas por la escasez de semiconductores, problemas de logística, almacenamiento y distribución que afectan a diferentes industrias; combinado con el incremento de las materias primas como los energéticos, metales y agropecuarios, se trasladan al precio final para los consumidores”, explicó.

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