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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Con las nuevas condiciones que se fijaron en el acuerdo comercial entre México y Estados Unidos, la industria textil y de confección mexicana deberá adaptarse a reglas “más restrictivas”, aunque también se abre la oportunidad de que se impongan controles en las aduanas que mitiguen la entrada de productos subvaluados de Asia a México.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), José Cohen, afirmó que se tendrán que utilizar más fibras y telas producidas en la región, lo que abre un área de oportunidad para que los industriales mexicanos se sumen a la cadena de proveeduría.
La oportunidad también la observa el director de Fashion Outlet, Raúl García Tapia, quien explicó que lo único que preocupa es que hay telas que no se producen ni en México ni en Estados Unidos, como las de lana para trajes de caballero.
Sin embargo, sí habrá productos que serán afectados por un pago de arancel, porque difícilmente cumplirán con las nuevas reglas de origen, pero García Tapia confió en que los compradores difícilmente cambiarán de proveedor.
El pasado lunes 27 de agosto, los gobiernos de México y de Estados Unidos anunciaron un principio de acuerdo comercial.
De acuerdo con la oficina de Representación Comercial estadounidense, una vez que entre en vigor el tratado —aproximadamente en 2020— los productores mexicanos deberán incorporar más telas, hilos para coser, elásticos, entretelas para forros de sacos y abrigos, entre otros, que no se pedían bajo el acuerdo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Sin embargo, Cohen destacó que el planteamiento original de Estados Unidos era mucho más agresivo porque querían desaparecer los mecanismos llamados TPL, por los cuales se permite incorporar en las confecciones y en fabricación de telas insumos que no se producen en ninguno de los tres países de Norteamérica.
El presidente de la Canaintex dijo que, considerando que se pretendía quitar ese mecanismo, se puede decir que el acuerdo comercial para el sector textil entre México y Estados Unidos “quedó bien balanceado, aunque es más restrictivo, porque abre oportunidades para la industria y en paralelo es una alternativa para mitigar la subvaluación”.
El acuerdo consideró utilizar más insumos de Norteamérica en la fabricación de telas y confecciones mexicanas que se quieran exportar a Estados Unidos.
El pacto comercial ayudará porque en México hay capacidad de fabricar diversas telas nacionales, con lo que se espera “acortar ciclos productivos y hacer más eficiente la cadena”.
Añadió que hay telas que llegan subvaluadas a México y que con las nuevas reglas y controles que se acordaron entre ambos socios se pretende reducir la entrada de insumos de manera ilícita.
Raúl García Tapia añadió que los productores esperan que con el mayor uso de controles se frene la entrada de prendas de vestir y de telas que llegan por las aduanas del país por medio de procedimientos y prácticas ilícitas.