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Por segundo mes consecutivo, la actividad industrial del país reportó un retroceso en abril contra el mes inmediato anterior por la contracción de la producción en el sector de la construcción y la manufactura, reportó el Inegi.
La producción industrial disminuyó 0.4% en términos reales en el lapso referido con base en cifras ajustadas por estacionalidad, por lo que liga dos meses a la baja.
Por componentes, la industria manufacturera tuvo su mayor retroceso desde mayo de 2009, con una baja mensual 2.3% en abril pasado. Esto se explicó por caídas en la fabricación de equipo de transporte (7.3%), de muebles y colchones (15.5%), de insumos textiles (7%) y en la fabricación de productos a base de minerales (6%).
El sector de la construcción descendió 0.6% mensual, con lo que acumula dos meses en terreno negativo. Al interior, las obras de ingeniería civil cayeron 2.9%, seguidas de los trabajos especializados de la construcción (2.2%) y los trabajos de edificación (0.2%).
Por el contrario, el sector minero subió 1.4% a tasa mensual a raíz del incremento de los servicios relacionados con la minería, que tuvieron su mayor alza en los últimos cinco meses, de 8.3%. En tanto, el sector de utilities (agua, gas, electricidad) revirtió el resultado del mes anterior al subir 4.9% gracias al incremento de la distribución de energía eléctrica (6.3%).
En su comparación anual, la producción industrial creció 0.2% en abril. Por sectores de actividad económica, la construcción se incrementó 3.8%, la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final 2.8% y las industrias manufactureras avanzaron 0.1%; mientras que la minería descendió 6.2% en abril pasado con relación a igual mes de 2017.
De manera acumulada, la producción industrial subió 0.3% en los primeros cuatro meses del año, por arriba del retroceso de 0.8% obtenido en el mismo lapso de 2017. El dato de abril mostró un deterioro en la industria manufacturera, el componente que se había mantenido como el más dinámico del sector, por un deterioro en la fabricación de equipo de transporte.
La depreciación que ha experimentado el peso desde abril resultará en una mayor demanda externa por productos mexicanos, lo cual tendrá un impacto positivo sobre las exportaciones y la producción manufacturera mexicana, estimó Francisco Flores, analista económico de grupo financiero Banorte.
En este contexto, la producción industrial del país está en una fase de recuperación muy gradual, asociada con las labores de reconstrucción tras los terremotos de septiembre, un avance, aunque irregular, en la producción manufacturera y un descenso menos severo en la extracción de petróleo y gas, tendencia que se espera continúen durante los próximos meses, afirmó Eduardo González, analista económico de grupo financiero CitiBanamex.
