Durante 2020, el gobierno federal logró evitar un recorte al gasto público ante el shock que produjo la pandemia de Covid-19, ya que pudo cobrar el seguro petrolero y se usó parte del fondo de ahorro que tiene para atender cualquier emergencia.
Se recibieron 2 mil 380 millones de dólares de entidades financieras del extranjero con las que se contrató la cobertura petrolera, equivalentes a 47 mil 354 millones de pesos, de acuerdo con el Informe de las Finanzas y la Deuda Pública al cierre de 2020, publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Además, se utilizaron 204 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) para compensar la caída de 38.7% en los ingresos petroleros.
Lo anterior, sin esperar el remanente de operación del Banco de México (Banxico), ya que el tipo de cambio no se depreció tanto como se estimaba inicialmente. Ello permitió al gobierno federal aumentar el gasto en salud en 51 mil 600 millones de pesos con respecto a 2019, y se protegió a la población más vulnerable reforzando el cinturón de protección social.
El gasto en desarrollo social tuvo un incremento de 3.7% real anual, alcanzando la cifra histórica de 2.9 billones de pesos.
La inversión física creció 11.9% real anual, al sumar 653 mil 300 millones de pesos.
Al mismo tiempo, el gobierno federal cerró el año con estabilidad financiera, con un déficit público equivalente a 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB) y un superávit primario de 0.1% del tamaño de la economía.
Al presentar el informe, anunció que el gobierno federal seguirá ejecutando el programa con la estrategia de coberturas petroleras hacia adelante.
El año pasado se obtuvieron 605 mil 842 millones de pesos por la venta de petróleo, una baja de 38.7%. Por ese concepto se consideraban ingresos para 2020 por 987 mil 332 millones de pesos, pero resultaron menores en 381 mil 490 millones sobre el calendario.
Lo anterior, debido a que el precio del petróleo establecido para efectos del presupuesto de 48.7 dólares por barril no se concretó, al colocarse la cotización del crudo mexicano en los mercados internacionales en 36.3 dólares en promedio.
Además, se esperaba una producción de petróleo de un millón 863 mil barriles diarios, pero sólo se alcanzó un millón 644 mil barriles.
Al tercer trimestre de 2020 la Secretaría de Hacienda había visualizado un impacto más agudo en las finanzas públicas a consecuencia de la pandemia, lo cual se atenuó en buena medida por los resultados positivos en la recaudación tributaria.
Yorio destacó que en comparación con otros países en donde cayó hasta 10%, la recaudación de impuestos en México creció un poco en 2020, en 0.8%.
Significa que se cuenta con una base de finanzas públicas sólida, con ingresos fuertes, que permite mantener el nivel de gasto y que, al mismo tiempo, se conservan los retos en materia de evasión de impuestos, problema que oscila entre 3% y 3.5% del PIB, dijo.
“El año pasado, los ingresos mostraron tener una resiliencia importante”, matizó.
En general, destacó que en 2020 las finanzas públicas estuvieron determinadas por la pandemia y las medidas de confinamiento para mitigar su impacto, lo que generó menores ingresos públicos tributarios y petroleros con respecto a lo programado, pero se compensaron en parte con el uso de activos financieros del gobierno federal, la racionalización del gasto y su reasignación a programas prioritarios para combatir el coronavirus y sus efectos.
En la conferencia, el subsecretario dijo también que se reforzarán las subastas de valores gubernamentales tras el resultado de la investigación y multas impuestas a bancos por parte de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).