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El gobierno de la Cuarta Transformación planea revivir el programa nucleoeléctrico con la construcción de nuevas centrales tentativamente en el mismo sitio en donde opera la única planta de este tipo en el país: Laguna Verde.
Este año destinará 464.1 millones de pesos para el permiso de sitio, el cual consiste en la integración del reporte ambiental, el plan de emergencia, el informe del análisis de seguridad e ingeniería básica del sitio para demostrar que las características del sitio ubicado en el municipio de Alto Lucero de Gutiérrez Barrios, Veracruz, son factibles para la construcción de nuevas centrales nucleoeléctricas.
Los recursos están etiquetados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020, aunque en el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2019-2033 no se contempla la construcción de ninguna central nucleoeléctrica para este periodo.
La construcción de centrales como Laguna Verde fue una aspiración de la administración pasada todavía hasta el último año de gestión, pues en 2018 se contempló la puesta en operación de tres centrales de mil 360 megawatts de capacidad cada una en 2029, 2030 y 2031.
La información sobre el presupuesto autorizado para el permiso de sitio por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) llega cuando su director, Manuel Bartlett Díaz, y el secretario general del Sindicato Único de Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), Víctor Fuentes del Villar, se enfrentan sobre quién debe dirigir Laguna Verde.
En oficios que intercambiaron el 20 y 21 de noviembre del año pasado, el dirigente sindical se opuso al nombramiento de Rafael Enrique Baizabal como gerente de Laguna Verde en sustitución de Ricardo Armando Córdoba, pues considera que “hay molestia e inconformidad por parte de la mayoría de los trabajadores de esa instalación”.
Fuentes del Villar sostuvo en el oficio ASGVFV/170/2019 que Baizabal “nunca dio resultados deseados ni fue exitoso en su gestión cuando ocupó —hace 16 años— la subgerencia de Operaciones de la central nucleoeléctrica”.
Ahora, con su nombramiento en Laguna Verde, añade el documento del líder sindical, “se percibe un ambiente pésimo, de mucho desánimo y desconcierto entre los trabajadores, lo que no augura un buen funcionamiento administrativo, financiero y operativo de la central”, por lo que pide que sea restituido el anterior gerente.
Bartlett Díaz contestó en el oficio DG/321/2019 que en la administración de quien fuera gerente de Laguna Verde en el sexenio pasado la central se deterioró y que se detectaron desviaciones administrativas “importantes” en los procedimientos de abastecimiento de Laguna Verde que están siendo verificadas y que pueden ser sancionadas.
Rezagos sin resolver
El intercambio de opiniones se da en momentos en que la central nucleoeléctrica enfrenta rezagos, que desde el sexenio pasado no se pudieron resolver.
Problemas como la ampliación de la capacidad de almacenamiento de desechos sólidos para disponer de espacio para depósito de material contaminado en 126% generado durante el mantenimiento de la vida útil de la nucleoeléctrica que se inició en 2015, permanece prácticamente estancada.
El proyecto, cuya importancia radica en que la capacidad actual de almacenamiento de la central está llegando a su límite, estimaba un monto de inversión de 252.1 millones de pesos.
Sin embargo, el avance físico de la construcción de tres almacenes para material contaminado lleva apenas 6.12% a enero de 2020, y la actual administración pretende modificar el proyecto, aunque no ha revelado los detalles.
Lo mismo ocurre con el proyecto de reemplazo en la División B de la Bomba de Sistema de Limpieza de Agua del Reactor (RWCU) de la central, previsto para el periodo 2015-2017, que requería una inversión de 50 millones de pesos.
De acuerdo con la Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) este proyecto reporta 0% de avance.
En una condición similar se encuentra el proyecto de modernización de la infraestructura en materia de Tecnologías de Información y Comunicaciones, diseñado hace cinco años para apoyar la cadena de valor en los procesos sustantivos de la generación eléctrica por medios nucleares, que a pesar de haber recibido la autorización para ejercer una inversión de 78.1 millones en 2015, lleva un avance físico de apenas 26.04%.
