Washington.— El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo ayer que ha visto “sorpresas positivas” para el crecimiento de las economías emergentes y en desarrollo en los tres primeros meses del año, relacionadas con las rebajas y pausas en la guerra arancelaria impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump, que podrían influir en una revisión al alza de las proyecciones de desaceleración para 2025.
“Hemos observado algunas sorpresas positivas en el crecimiento del primer trimestre para este grupo de países, incluyendo a China. También hemos visto reducciones recientes en algunos aranceles, lo que representa un riesgo al alza para nuestro pronóstico”, respondió la portavoz del FMI, Julie Kozack, durante una rueda de prensa.
En abril, recortó medio punto en su previsión de crecimiento económico global, para dejarla en 2.8% por efectos de la política de aranceles impulsada por Trump, con una caída para los mercados emergentes y en desarrollo, de 4.3% en 2024 hasta 3.7% este año.
Desde entonces, las pausas en la aplicación de los aranceles por Washington y los acuerdos logrados con Reino Unido y China, han modificado el panorama económico, algo que el FMI tomará en cuenta para la revisión de sus proyecciones, cuya publicación está prevista para fines de julio próximo.
Ante lo que el organismo califica como “un panorama económico complejo y de incertidumbre” para las economías emergentes y en desarrollo, el FMI sugiere una “una respuesta política multifacética”.
“Primero, se debe calibrar cuidadosamente la política monetaria y las políticas macroprudenciales o prudenciales para mantener la estabilidad en los países. También recomendamos a este grupo de países reconstruir los márgenes de maniobra fiscales”, indicó Kozack.
La portavoz recordó que han alentado a los países “a emprender las reformas necesarias para no retrasar más las reformas asociadas con el impulso a la productividad y el crecimiento a largo plazo”.
“Abordar la deuda es importante, por supuesto, mediante la consolidación fiscal, pero también, y de forma muy importante, impulsar el crecimiento y el aumento de la productividad”, advirtió.
En abril pasado el FMI recortó en medio punto la previsión del crecimiento económico global para el año en curso a una tasa de 2.8%, debido al efecto esperado en todas las economías de la guerra arancelaria desatada por Trump y, de acuerdo con las previsiones, lastrará principalmente a Estados Unidos, China y México.
En el caso de la economía mexicana, el organismo multilateral corrigió su pronóstico para este año, pasando de un crecimiento de 1.4% estimado en enero anterior, para anticipar ahora una contracción de 0.3%.