Ante la restricción de su actividad en el país, las empresas de subcontratación buscarán adecuarse a las nuevas reglas, concentrándose en la intermediación para servicios u obras especializadas, lo que significará una fuerte contracción al negocio, advirtieron directivos de firmas especializadas en la administración de capital humano.
“Nos vamos a adaptar, pero durante los próximos meses las empresas del sector vamos a tener una pérdida de buena parte de nuestro negocio que nos va a afectar muchísimo.
“Tranquilamente puede impactar nuestras ventas 40% de aquí a final de año, es una barbaridad”, comentó Francisco Martínez, director general de Adecco, uno de los principales grupos de subcontratación.
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“Para las empresas de outsourcing es un costo muy elevado porque se pierden todos los contratos en los próximos tres meses y esto lleva a que algunas compañías den algún servicio especializado, pero indudablemente se va a perder una buena cantidad de negocio, de facturación, de todas estas firmas dedicadas a la tercerización”, agregó Héctor Márquez, director de relaciones institucionales de ManpowerGroup, empresa global de capital humano.
En México hay alrededor de 2 mil empresas que se dedican a la subcontratación, pero sólo 500 trabajan dentro de la legalidad, las otras mil 500 no declaran dedicarse a esta actividad, y esas van a seguir en lo “oscurito”, porque contra ellas no se hizo nada, comentó el directivo.
La nueva regulación va a hacer que el mercado laboral mexicano sea más rígido y mucho menos preparado para abordar las necesidades que tienen las compañías hoy en día, coincidieron los ejecutivos.
“Gran parte de los trabajadores que tienen subcontratados las compañías los van a tener que incluir en su nómina, lo que implicará un incremento de costos y también una pérdida de agilidad a la hora de contratar grandes volúmenes de personal”, advirtió Francisco Martínez, quien también es secretario general de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH).
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Por otra parte, muchos de los trabajadores que están subcontratados se pueden ir a la informalidad o bien al trabajo por honorarios, porque las empresas pequeñas no van a tener la capacidad de contratarlos: “Prácticamente te podría decir que 50% de la subcontratación corresponde a las pequeñas empresas”, agregó el especialista.
“En la AMECH hicimos una encuesta y en principio lo que visualizamos es que van a quedarse sin empleo de 10% a 30% si no los contrataran, y 60% se va de trabajador independiente.
Impotencia y frustración
Para Francisco Martínez, la negociación de la reforma le dejó un sentimiento de impotencia, de no hacer ver al gobierno que su sector cumple un papel importante en la gestión de las empresas y del mercado laboral.
“Nos queda esa impotencia y esa frustración de que no se nos ha tenido en cuenta a la hora de hacer una adecuada regulación al sector. Hemos propuesto bastantes cosas que durante todo este periodo de negociación no se nos ha escuchado.
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“Aquí pagan justos por pecadores, lo malo es que muchos de los pecadores van a seguir operando sin ningún tipo de problema, las más perjudicadas somos las empresas que hasta ahora lo hemos hecho bien y lo seguiremos haciendo bien”, destacó Martínez.
“Ya en este momento, lo que pensamos es que hay que ponernos a evolucionar, transformar, hay mucho trabajo por hacer para estar dentro de la ley, ese es nuestro pensamiento actual”, concluyó Márquez.