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Washington.— Estados Unidos anunció ayer medidas punitivas contra China y advirtió que “luchará hasta el fin” en defensa de sus derechos. El presidente Donald Trump firmó en la Casa Blanca una resolución que orienta a su representante de Comercio a elaborar en 15 días una lista de productos chinos cuya importación a EU tendrá pesados aranceles.
En tanto China reveló ayer por la noche, tiempo de México, planes para imponer aranceles por hasta 3 mil millones de dólares sobre importaciones desde Estados Unidos, en represalia por las tarifas impuestas por Washington sobre los productos de acero y aluminio, a medida que las dos mayores economías del mundo se acercan a una guerra comercial.
China considera un arancel de 15% sobre los productos estadounidenses, incluyendo fruta seca, vino y tubos de acero y de 25% sobre productos de cerdo y aluminio reciclado, dijo el Ministerio de Comercio en un comunicado en su sitio de internet.
Ese país elaboró una lista de 128 productos estadounidenses que podrían ser objeto de aranceles si no se alcanza un acuerdo sobre los temas comerciales, agregó el ministerio.
Washington alega que empresas de EU son forzadas a repasar tecnología, patentes y propiedad intelectual para operar en China, y ello constituye “competencia desleal” que motiva la adopción de medidas comerciales.
Antes de que Trump firmara el decreto, uno de sus asesores, Everett Eissenstat, había mencionado que los aranceles abarcarían importaciones por 50 mil millones de dólares, aunque luego Trump elevó la previsión.
Cuando Lighthizer anuncie esa lista, en dos semanas, será posible conocer el valor de los aranceles.
China replicó con una nota de su embajada en Washington, en la que aseguró que no desea una guerra comercial, pero alertó que “no teme ni retrocederá” ante ese escenario.
Al anunciar las medidas, Trump dijo que China es un país “amigo”, pero comentó que el déficit comercial de Estados Unidos llegó tan alto que “está fuera de control”.
En 2017, EU exportó a China por 130 mil 400 millones de dólares e importó de allí 505 mil 600 millones, según el Departamento de Comercio.
Según Eissenstat, la decisión de aplicar los aranceles está basada en que Pekín obliga a las empresas extranjeras que deseen operar en su mercado a que compartan tecnología con sus socios chinos.
Para la Casa Blanca, eso constituye el robo de propiedad intelectual estadounidense y, por lo tanto, se trata de una “competencia desleal”.
La resolución firmada por Trump también orienta a Lighthizer a iniciar acciones contra China en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio (OMC), para evitar que empresas estadounidenses den tecnología.
La perspectiva de una pelea entre las dos mayores potencias mundiales sacudió de inmediato a Wall Street. El Dow Jones cayó 2.52%, el Nasdaq perdió 2.43%, y el S&P 500 retrocedió 2.52. En Europa, las bolsas de Londres, París, Fráncfort, Milán y Madrid cerraron a la baja.
Los temores a una guerra comercial despertaron en febrero, cuando la Casa Blanca dijo que impondría aranceles de 25% a la importación de acero y de 10% a las de aluminio.
Trump finalmente firmó esa controvertida resolución el 8 de marzo. Sin embargo, este jueves Lighthizer dijo al Congreso que Washington eximirá temporalmente a un grupo de economías que incluye a la Unión Europea, México, Argentina y Brasil.
El 12 de marzo, el director de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo, ya había formulado una severa advertencia sobre el riesgo de una escalada de “represalias recíprocas” que sería muy “difícil de revertir” una vez puesta en marcha.