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Alberto acumuló durante 10 años una deuda por más de 700 mil pesos con bancos comerciales.
Con cuatro tarjetas, el adeudo fue para consumo y para apoyar en gastos de sus hijos y todavía con ese grado de endeudamiento, los bancos le seguían ofreciendo plásticos.
Actualmente, es jubilado y está en negociaciones con los bancos para arreglar su situación financiera. Las pláticas no son fáciles y ha pedido apoyo para sanear sus finanzas.
“Primero tuve un crédito y al tener disponibilidad fue como un extra del dinero que ganaba, pero cuando menos me di cuenta ya debía una buena cantidad. Después de eso me dieron una tarjeta de crédito y al tratar de ayudar a mis hijos y el gasto cotidiano me empecé a sobreendeudar. Otro crédito, otra tarjeta, otro crédito y cuando me di cuenta, me encontraba en una situación en la que ya no la podía manejar. Al último no me alcanzaba ni para pagar el mínimo de todos los créditos que tenía con lo que mi deuda se acercaba a 780 mil pesos”, contó Alberto.
Para la entrevista ha solicitado anonimato con tal de no entorpecer la negociación con los bancos. Tampoco dio a conocer el nombre de las instituciones financieras y hasta el momento ya pudo reestructurar con un banco parte de su deuda.
“Fue en un lapso de 10 años. Empecé con un préstamo como de 80 mil pesos y a través del tiempo los intereses me fueron ahogando. Fue creciendo hasta que reventé. Es una bola de nieve. Lo que me ahogó fueron los intereses e inclusive me querían prestar más. Dije hasta aquí, ya no puedo más. Ya era una angustia terrible, estaba pagando el mínimo de todo y en lugar de bajar las cuentas iba subiendo”, afirmó.
La tentación de seguir aceptando créditos se mantuvo para José como una alternativa para pagar otras tarjetas y mantener así el círculo de deudas. Ante la gravedad del problema, decidió acercarse a una reestructuradora de crédito y espera dentro de poco dejar su comprometida situación financiera.
“Me tocó vivir una situación en la que todavía trabajo. Ahora nuestros hijos están pasando por una situación muy diferente a la de nosotros; no tienen trabajo, hay que ayudar, las escuelas de los niños, ver cómo luchan sin que tengan las alternativas”, dijo Alberto.
Hace unas semanas, EL UNIVERSAL publicó sobre el repunte que están presentando reestructuradoras de crédito como Resuelve tu Deuda de casos de personas con endeudamiento que rebasa el millón de pesos en crédito al consumo.
Actualmente la deuda promedio que se registra en la firma en los casos que atienden es de 140 mil pesos, con salarios promedio de 14 mil pesos al mes. Con esto, las personas en esta situación deberían destinar 10 meses de su sueldo íntegro para regresar a la solvencia. A su vez, de enero a la fecha han registrado 15 mil 238 clientes con deudas que rebasan 30% de su salario.
Aumento silencioso. Para los bancos, si bien la cartera de crédito al consumo se mantiene estable, es la que mayor morosidad tiene en los indicadores más recientes.
Sin embargo, comparada con años anteriores, los actuales índices de impago se consideran sanos para el sistema bancario.
“El consumo es el que tiene una cartera vencida más alta, siempre ha sido eso un estándar, pero está a 4.4%. Estar alrededor de cuatro en lugar de 10 o 14, no cabe duda que habla de una solidez de la cartera en cuanto a su calidad”, dijo el presidente de la Asociación de Bancos de México, Marcos Martínez.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el índice de morosidad ajustado de la cartera de consumo de los bancos privados se ubicó en 12.09% a julio de 2017, apenas 0.8 puntos porcentuales por arriba de lo registrado durante el mes similar del año pasado.
En la última década, este indicador de incumplimiento reportó su punto más alto en julio de 2009, en plena crisis financiera global, con un pico de 22.45%.