Pese a que la llegada de inversiones a México por relocalización de empresas, por el fenómeno conocido como nearshoring, atrajo en 2022 a fábricas de los sectores electrónico y automotriz, entre otros, los industriales denuncian problemas por disponibilidad de energía eléctrica, inseguridad y falta de trabajadores.
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A pesar de ello, en octubre de 2022 llegaron casi 20 proyectos de inversión por poco más de 2 mil millones de dólares, además de que se registraron 16 mil millones de dólares en inversiones potenciales, de acuerdo con el Nearshoring Tracker de Credit Suisse.
El Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index) explicó que las empresas que más se relocalizan de Asia a Norteamérica son de los sectores automotriz, electrónico, aeroespacial y dispositivos médicos.
Sin embargo, el potencial es mayor, ya que en noviembre del año pasado la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, dio a conocer que hay 400 empresas estadounidenses en Asia que buscan relocalizarse en México.
Sin embargo, el presidente de Index, Luis Hernández, afirmó que durante 2022 se registraron problemas de energía eléctrica en el país, por lo que es indispensable invertir para que la falta de energéticos no sea un cuello de botella y que los proyectos no se vayan a Estados Unidos, en lugar de llegar al territorio mexicano.
Añadió que, si bien han llegado plantas a México, esas 15 o 20 que ya están en el país ya tenían planes de hacerlo y la decisión no fue por relocalización.
El otro problema es la inseguridad que enfrentan las empresas, consideró el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora.
“A las empresas socias de Coparmex les preguntamos y encontramos que una de cada dos han sido víctimas de un delito en los últimos 12 meses”, mencionó. El robo de mercancías fue el primer delito denunciado por participantes en la encuesta, dijo.
Medina Mora agregó que el otro problema es la falta de trabajadores, pues se estima que hay un millón 600 mil vacantes no cubiertas en el país, lo que afecta los planes de crecimiento y desarrollo de las empresas.
Hace días, el director ejecutivo de Strategic Business Intelligence de Newmark, Sergio Pérez, dijo que México puede convertirse en un punto de fabricación en el continente americano, aunque “el reto será la energía y crear certidumbre para las inversiones”.
El directivo añadió que se ha observado un gran potencial “para que los fabricantes europeos vengan para aprovechar que este es uno de los países más abiertos en el mundo, con tratados de libre comercio (con más de 50 países), para fabricar en México, vender en América del Norte y exportar a todo el mundo”.
Al respecto, el vicepresidente ejecutivo para América Latina de DSV, Mike Wilson, expuso que “lo que claramente vemos es que está regresando la tecnología”.
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Así, la alta tecnología se estará viendo en la industria automotriz y en la aeroespacial, actividades que necesitarán ingenieros.
“Lo que tiene que hacer México es adaptarse más y conseguir más ingenieros. Es una amenaza, pero también una oportunidad, porque con recursos de ingeniería se pueden obtener mejores salarios y empleos”, recalcó.
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