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Que la Inteligencia Artificial (IA) ha venido dominando todas las áreas ya no es ningún secreto. Y es precisamente en este contexto que observamos el surgimiento de las “Fábricas de IA”, centros tecnológicos compuestos por hardware y software avanzados, dedicados al desarrollo, entrenamiento e implementación de modelos de inteligencia artificial. Estas fábricas son capaces de atender a distintos sectores de la industria y del mercado, utilizando conjuntos de datos históricos ya existentes en las organizaciones y que son relevantes para su operación. Representan, por lo tanto, una evolución natural de las áreas de desarrollo y gestión de datos en las empresas.
Es importante destacar que esta transición hacia las fábricas de IA no es exclusiva de las grandes corporaciones. Según un estudio de Cloudera, 96% de las empresas planean expandir el uso de agentes de IA en los próximos 12 meses, y la mitad espera hacerlo de manera organizada y a gran escala. Existen múltiples casos de implementación de IA, desde bots que optimizan la producción y monitorean la seguridad, hasta asistentes DevOps y de atención al cliente. Esto demuestra que la IA se ha convertido en un músculo operativo cada vez más potente dentro de las empresas.
En el sector manufacturero, más de la mitad de las compañías ya utilizan IA. De acuerdo con un estudio de KPMG, se espera que 85% de las fábricas del sector adopten la IA de forma parcial o completa en los próximos tres años. Estas tecnologías ofrecen mayor eficiencia, reducción de errores e incluso menores costos de mantenimiento.
Empresas de capital privado, por ejemplo, ya están capacitando a sus empleados en el uso de herramientas como Copilot y ChatGPT, automatizando desde la revisión de contratos hasta flujos de trabajo complejos. Todo esto, por supuesto, bajo supervisión humana, pero con un importante ahorro de tiempo y recursos.
Uno de los sectores que más ha reflexionado sobre esta necesidad de reestructuración estratégica ante la creciente adopción de IA es el de los centros de datos. Así como ellos transformaron la estructura de las empresas, comienza ahora a tomar fuerza la idea de entornos integrados dedicados a la creación de IA a medida para cada operación o área.
Las fábricas de IA surgen como una evolución lógica: simplifican el desarrollo y la aplicación de modelos inteligentes, funcionando como un nuevo brazo dentro de las compañías, tal como ocurrió con los departamentos de TI en el pasado. Con este modelo, es posible gestionar grandes volúmenes de datos en tiempo real, mientras se generan, haciendo que el uso de la IA sea más ágil y accesible.
Establecer una fábrica de IA interna permite a las empresas escalar sus soluciones con mayor eficiencia, acelerar el entrenamiento y la implementación de los modelos, integrarlos fácilmente con las tecnologías existentes y desarrollar IAs especializadas adaptadas a las necesidades reales del negocio.
En poco tiempo, esta estructura se convertirá en parte natural del camino digital de las empresas. Las organizaciones que adopten este enfoque obtendrán una ventaja competitiva significativa, mientras que aquellas que no lo hagan corren el riesgo de quedarse atrás. Además, las fábricas de IA fomentan una verdadera democratización de la tecnología, permitiendo que empresas de diferentes tamaños gestionen datos complejos y extraigan valor real de ellos en tiempo real.
Director de la división Enterprise de Nvidia para América Latina