“Espero morir joven”, expresa Fernanda Martínez tras ser cuestionada sobre sus planes de vida.
La chica de 24 años, egresada de la licenciatura de diseño declaró a EL UNIVERSAL que se encuentra bajo constante preocupación ante la falta de acceso a vivienda y los bajos salarios que enfrentan los jóvenes.
Fernanda decidió emprender en un negocio con lo que alcanzó un ingreso de 20 mil pesos, pero destaca que este ingreso no es estable, además de que lo invertirá para continuar con su emprendimiento.
Entre sus planes se encuentra buscar la independencia, sin embargo ha encontrado diversos problemas, empezando por el mercado laboral. “Yo tengo una licenciatura, tiene cuatro años que egrese, y no pude entrar al mercado laboral formalmente por la pandemia y cuando ingrese el salario fue ineficiente”.
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Fernanda destaca que ella logró un ingreso mensual de 16 mil pesos, debido a que trabajaba para dos agencias distintas bajo la modalidad de home office, pero esto atrajo consecuencias para su salud, principalmente en el sedentarismo, estrés e incluso una lesión en la espalda por permanecer tanto tiempo sentada.
Como consecuencia gran parte de su sueldo lo tuvo que destinar a cuestiones médicas, ya que en ninguna de las dos agencias contaba con seguro médico “no tenía seguro, ni Infonavit, ni nada, sólo recibía mi sueldo y más nada”.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía (INEGI), el salario promedio en México es de siete mil 380 pesos.
En cuestión al acceso a vivienda recalcó que es aún más complicado debido a la lejanía de la mayoría de los trabajos “yo tenía la facilidad de que mi trabajo es home office y podía vivir en cualquier zona de la ciudad, pero si no fuera así la mayoría de las agencias están en zonas como Polanco, la Roma, Santa Fe, zonas que yo no podría conseguir algo cerca (...) hubiera implicado que casi uno de mis dos sueldos se fuera a pura renta y sin contar servicios”.
Roomies: la alternativa para el acceso a vivienda
De acuerdo con la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), el costo estimado de comprar una vivienda en México ascendió a un millón 702 mil pesos durante el primer trimestre del año.
Lo que representa un aumento histórico en el país, y una problemática para las personas que quieran adquirir una vivienda propia.
Asimismo, el costo para rentar un departamento en la Ciudad de México depende de la alcaldía, la renta entre más barata oscila entre nueve mil 658 y 12 mil 571 pesos, mientras que las más caras se costean entre 23,689 pesos, y los 28,862 de acuerdo con el portal inmobiliario Lamudi.
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Ante esto, los jóvenes han optado por buscar “roomies”, compañeros de cuarto con los que puedan dividir el precio de renta y servicios.
Paulina tiene 25 años y se dedica al marketing digital y después de terminar su carrera comenzó a trabajar y a buscar un lugar propio para vivir, pero se topó con los altos precios de las rentas.
Por lo que tomó la decisión de rentar con sus amigas y pagar una renta de 10 mil pesos sin contar servicios.
Gerardo Grafías, renta con tres amigos, y actualmente vive al sur de la ciudad, cada uno aporta aproximadamente tres mil 500 pesos para solventar el costo de una casa de dos pisos. Detalla que uno de los principales problemas a los que se enfrentó en la búsqueda de un espacio propio fue la pandemia.
Sin pensiones y en medio de una crisis climática
Además de estas dificultades los jóvenes también se enfrentan a la preocupación de no tener acceso a una pensión para su retiro, además de que la actual crisis climática ha llevado al territorio nacional a romper récords en temperaturas históricas.
“Algo que me preocupa es saber qué voy a vivir mi vejez, espero morir joven, lo que más me preocupa son las condiciones climáticas que a nuestro gobierno no le interesa (...) en segundo las condiciones económicas con las que vamos a envejecer (...) desde los millennials ya no habrá pensiones ¿de qué voy a vivir? ¿cómo voy a vivir?”, concluye Fernanda.
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