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La próxima vez que el Banco de México (Banxico) decida mover su principal tasa de interés será para subirla, de acuerdo con un grupo de analistas que se animó a dar su pronóstico.
La última vez que la tasa subió fue en diciembre de 2018 y llegó a 8.25%, manteniéndose en este nivel por ocho meses. A partir de agosto de 2019, el objetivo comenzó a disminuir hasta tocar 4% a mediados de febrero pasado, su menor registro en casi cinco años.
De 31 instituciones consultadas por CitiBanamex esta semana, sólo 14 presentaron su proyección sobre el siguiente movimiento de la tasa, su dirección y magnitud.
De este grupo de instituciones, 11 anticipan un incremento del objetivo. En particular, el asesor financiero Epicurus Investments proyecta un alza de 4% a 4.50% el próximo 11 de noviembre. Significa un aumento de medio punto porcentual, lo que no se ha visto desde febrero de 2017, cuando la tasa pasó de 5.75% a 6.25%.
Banxico se ha mantenido en pausa en los recientes meses, mientras que la inflación se ha acelerado más de lo previsto y, desde marzo, se ubica fuera del intervalo de variabilidad de 2% a 4% que la autoridad estableció como marco para la conducción de su política monetaria. El artículo 28 de la Constitución establece que el objetivo prioritario de Banxico es “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”, es decir, la estabilidad de precios o una inflación baja.
Este viernes, el Inegi dará su informe de inflación correspondiente al mes pasado. Los analistas consultados por CitiBanamex prevén que el también llamado impuesto de los pobres se elevó a 6.01% en abril, siendo la tasa más alta desde diciembre de 2017.
Para mayo, anticipan que se desacelerare a 5.37%, aunque esta tasa se mantendrá lejos del rango tolerado por la institución que gobierna Alejandro Díaz de León.
Los bancos centrales han comenzado a subir sus respectivas tasas de interés para enfrentar las crecientes presiones inflacionarias. Apenas ayer, el Banco Central de Brasil elevó su objetivo de 2.75% a 3.50%, siendo su mayor nivel desde mayo de 2020 y ubicándose a sólo medio punto porcentual de su contraparte mexicana.
El ajuste llegó después de que la inflación brasileña alcanzó un nivel de 6.10% en marzo, el registro más alto desde diciembre de 2016.
En Estados Unidos también se especula sobre un aumento de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed), debido a un sobrecalentamiento de su economía que puede generar presiones inflacionarias, lo que traerá impactos en México vía producción, tasas, inflación y tipo de cambio.
Los analistas encuestados por CitiBanamex mejoraron su expectativa para la economía mexicana y ahora proyectan un crecimiento de 4.9% para este año, en lugar de 4.7% que estimaban hace dos semanas.
J.P. Morgan es el participante más optimista del mercado, cuya previsión es que la economía repunte 6.5%.