Conseguir un empleo no depende solamente del joven que lo busca, sino que hay muchos otros factores que permitirán que se encuentre o no un trabajo formal o informal.
Si los padres trabajaron en el sector informal, si provienen de la región del sur y si se nació en un hogar pobre la posibilidad de conseguir un primer empleo en el sector formal se reduce.
En un análisis que realizó el Centro de Estudios Espinosa Yglesias explicó que el origen socioeconómico de un joven, la región donde creció, sexo, tono de piel, la existencia de discapacidades y el grado de marginación del municipio donde estudió y el nivel de educación de los padres influyen en la obtención de un empleo.
De acuerdo con los resultados del estudio “la probabilidad de tener un primer empleo formal si el padre fue trabajador en el sector informal se reduce en 40%. La probabilidad de tener un primer empleo formal para las personas que provienen de la región sur se reduce en 36% y la probabilidad de tener un primer empleo formal para las personas que nacieron en hogares pobres se reduce en 16%”.
Incluso, los jóvenes pueden tener el mismo nivel educativo pero los factores anteriores pueden determinar si encontrarán un empleo formal o informal.
Lo que se observó es que “un porcentaje importante de los jóvenes consigue trabajo gracias a los contacto y recomendaciones de familiares, amigos y conocidos”.
Una de las conclusiones del Centro de Estudios Espinosa Yglesias es que si un joven tiene un origen socioeconómico desfavorable es muy probable que empiece a trabajar en el sector informal y “quede atrapado en el círculo vicioso de empleos precarios”.
Por lo que dejan abierta la pregunta de si las empresas pueden trabajar en igualar las oportunidades laborales de los jóvenes.
rcr
