Otra cara de la precariedad del mercado laboral en México es que cuatro de cada 10 trabajadores subordinados realizan sus tareas sin un contrato, lo que implica una gran inseguridad para los empleados al estar expuestos a las arbitrariedades de sus patrones, con la posibilidad de no contar con las prestaciones que marca la ley ni el acceso a los servicios de salud, además de percibir bajos salarios.
En el país hay registrados 37.8 millones de trabajadores (69%) que dependen de un patrón y reciben una retribución económica, es decir, son personas subordinadas y remuneradas.
La inexistencia de un acuerdo laboral por escrito implica que los empleados desconozcan las condiciones bajo las cuales prestan sus servicios, lo que puede generar la falta de derechos laborales y abusos por parte del patrón, explicó Édgar Vielma, director general de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi.
“Si esas relaciones laborales no están confirmadas en un contrato va a ser difícil que un trabajador pueda demandar sus derechos y protegerse de eventualidades como un accidente laboral, despidos injustificados, así como irregularidades en su pago salarial”, agregó en entrevista con EL UNIVERSAL.
Por sexo, los hombres que trabajan de forma subordinada sumaban 23.1 millones de personas (61%), de los cuales 10.5 millones lo hacían sin un documento que reglamentara su relación laboral. Por su parte, 14.7 millones de mujeres son empleadas subordinadas (39%), de las cuales 5.8 millones no tienen un contrato por escrito.
Trabajo subordinado
Debido a la reapertura económica y al peso que tienen en el mercado laboral, buena parte de la recuperación del empleo ha sido a través del trabajo subordinado y remunerado.
Del segundo trimestre de 2020 al mismo periodo de este año se han generado 10.2 millones de plazas, de las cuales, 5 millones fueron puestos subordinados y remunerados. De este último monto, más de la mitad (2.9 millones) regresaron a trabajar de manera subordinada sin un contrato laboral.
“Estos trabajadores son los más vulnerables en todas las dimensiones. De hecho, por eso es que no tienen un contrato, porque estas personas están sin protección, no están al amparo de un marco legal que le permita el disfrute de prestaciones como vacaciones, aguinaldo o el acceso a las instituciones de salud”, comentó Vielma.
Siete de cada 10 trabajadores subordinados y remunerados que carecen de un contrato (11.9 millones) no cuentan con prestaciones. Sin embargo, el especialista llama la atención de que hay 4.2 millones que si se están beneficiando de una prestación, a pesar de no contar con un acuerdo laboral por escrito.
Nueve de cada 10 empleados subordinados sin contrato (14.6 millones) carecen de acceso a las instituciones de salud.
“Ahí se ve cómo es que hay patrones dispuestos a darles una prestación laboral como vacaciones o aguinaldo que, a darles acceso a una institución de salud, porque la prima para acceder a un sistema de esta naturaleza tiene un costo más elevado”, estimó Édgar Vielma.
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