Septiembre es el mes del testamento, lo que quiere decir que en todo el país las notarías hacen descuentos de hasta 80% en trámites jurídicos, tales como escrituras, testamentos y sucesiones, entre otros.
¿Qué es el testamento?
Este instrumento legal expresa la voluntad de una persona para que sus bienes pasen a manos de uno o varios individuos después de morir.
El documento lo elabora un notario para garantizar la seguridad jurídica y, con él, se evita que los parientes pasen por un juicio sucesorio intestamentario, el cual es un proceso caro, tedioso y largo.
¿Quién debe hacerlo?
Cualquier persona puede hacer un testamento siempre y cuando sea mayor de 14, 16 o 18 años, dependiendo del estado de la República en el que radique.
El proceso se tiene que hacer ante un notario público, quien se encargará de corroborar que el testador está en pleno uso de sus facultades mentales.
Durante la pandemia de Covid-19, si la persona se encuentra hospitalizada, pero está consciente y sin sedar, el notario le puede brindar asesoría por teléfono, preparar el documento y acudir al centro de salud para llevar a cabo la firma.
Cuando la persona no puede firmar, se requieren dos testigos, situación que puede complicar el trámite.
¿Cuál es el primer paso?
Primero, haz una lista de todos tus bienes y documentos importantes que serán necesarios cuando ya no estés: cuentas bancarias, seguros, bienes inmuebles y pertenencias.
Si hay productos financieros, revisa los beneficiarios que designaste al momento de su apertura y, si lo consideras necesario, realiza ajustes.
Después, define a tus beneficiarios. Si tienes hijos, esposa/esposo o concubina, la ley buscará protegerlos. También se pueden nombrar a otros familiares, como hermanos, sobrinos, otras personas e, incluso, se pueden hacer donaciones.
El testamento es el papel en el que queda plasmada tu última voluntad, así que detállala de la mejor manera posible para evitar malos entendidos.
Incluye objetos que quizás no consideres de gran valor económico, pero sí sentimental, como una pintura, un reloj, alguna fotografía, etcétera.
Firma
Cuando el notario ya tiene redactado el testamento, se procede a firmarlo, acto que tiene que ser presencial.
Si el testador no está enfermo, puede salir de su casa y acudir a la notaría más cercana.
Durante la contingencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, el Colegio de Notarios de la Ciudad de México está dando citas para evitar aglomeraciones; para ello, es obligatorio el uso de cubrebocas, careta, así como gel antibacterial.
Si el interesado se encuentra enfermo o no puede salir, se puede programar la visita del notario a domicilio.
Si en algún momento quieres cambiar tu testamento, lo puedes hacer cuantas veces quieras, siempre y cuando se realice ante el notario.
Además, si durante tu vida otorgaste varios testamentos, el último será el único válido.
El precio regular de un testamento va de los 2 mil 400 pesos a 3 mil 800 pesos; sin embargo, este mes hay descuentos en varias notarías.