A casi tres años de que entró en funciones el actual gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, 29 de las 32 plazas de cobro o casetas a cargo de Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos (Capufe) están prácticamente en el abandono.
Instalaciones de cómputo, de comunicaciones, campamentos de mantenimiento, edificios administrativos, instalaciones del servicio médico, de auxilio vial, servicios sanitarios, bodegas, archivos, pozos profundos, cocina-comedor y áreas de estacionamiento, principalmente, se encuentran en mal estado y en algunos casos descontinuados.
De acuerdo con un estudio de diagnóstico realizado por la Coordinación de Delegaciones de Capufe en febrero y marzo pasados, al cual tuvo acceso EL UNIVERSAL, se obtuvo información que arroja el deterioro en estas instalaciones.
En las visitas a estas instalaciones se pudo constatar “que la mayoría de estos equipos no funcionan de modo frío-caliente; sin embargo, debido a las altas temperaturas, es necesario el modo frío para aminorar los efectos del clima prevaleciente en algunas zonas”.
Las plantas eléctricas de emergencia no se encuentran en su mejor estado, pues no se cuentan con contratos para su mantenimiento en 20 plazas de cobro; además, el tiempo de operación de las plantas con las que se cuenta es mayor o igual al de su vida útil en 17 plazas. En seis de ellas se desconocía el tiempo.
Problema con antecedentes
En abril de 2019, este gobierno federal promovió un proyecto de modernización de las plazas de cobro de Capufe, pues consideró que las condiciones en que las recibieron “fue el resultado de no haber sido sometidas a mantenimiento para evitar su deterioro acelerado”
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En ese año, los funcionarios responsables de Capufe encontraron que “las instalaciones y elementos con los que cuentan las plazas presentan diversos tipos de problemáticas que impiden a los usuarios externos el ahorro de tiempo durante su desplazamiento (objetivo principal de las autopistas), debido al estancamiento del flujo vehicular en las plazas de cobro por falta de capacidad.
Sin embargo, el programa que requería 258.6 millones de pesos en 2019, fue abandonado y ahora, tres años después, el diagnóstico sobre las condiciones de las casetas de cobro es el mismo.
Este año se volvió a solicitar un nuevo diagnóstico de la situación actual de las plazas de cobro, encontrándose la misma problemática que no pudieron atender en 2019 por la austeridad presupuestaria.
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