La incidencia de pobreza para la población total en México en 2022 fue de 36.3%, mientras que para la población de niñas, niños y adolescentes fue de 45.8%, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF) en México.
De todas las niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza, aproximadamente 4 de cada 10 viven en condiciones de pobreza moderada, y 1 de cada 10 vive en situación de pobreza extrema.
En el caso de la población infantil y adolescente mayor de tres años hablantes de lengua indígena, se observa una alta incidencia de pobreza y carencias sociales.
El 79.1% de esta población tiene al menos tres carencias sociales; de estas, la de mayor presencia es la carencia por acceso a la seguridad social (93.9%).
Hay una incidencia mayor de pobreza en infantes y adolescentes que reportan alguna discapacidad con el 51.4%, comparado con aquellas que no, con el 45.0%.
Existe una mayor incidencia de pobreza entre niñas, niños y adolescentes en las entidades federativas de la región sureste (62.5%), así como en las localidades rurales del país (56.3%).
Entre las características del hogar que reportan mayores niveles de pobreza se encuentran aquellas asociadas al mayor número de integrantes con discapacidad o que haya al menos una persona en el hogar que tenga una discapacidad.
Por otra parte, la pobreza en el hogar se reduce al incrementar el número de personas ocupadas, ante el caso de que la jefatura del hogar tenga entre 40 y 64 años, o que cuente con al menos la secundaria completa.
El 59.3% de los infantes de 0 a 5 años no cuenta con seguridad social en México
La población de 0 a 5 años se ubica en el nivel más alto de carencia por acceso en la mayoría de los derechos sociales; siendo la más alta la carencia por acceso a la seguridad social (59.3%) y la carencia por acceso a servicios de salud (45.9%).
Por su parte, los adolescentes de entre 12 y 17 años reportan la menor incidencia de pobreza (42.9%) dentro del grupo de población de infantes y adolescentes.
Una de las carencias sociales con mayor presencia entre los adolescentes (12 a 17 años) es la del rezago educativo (16.1%). Las razones principales por la que no asisten a la escuela son por falta de interés, aptitud o requisitos para ingresar a esta.
Los especialistas advierten que los programas de protección social federales han contribuido a la reducción de la pobreza en los años recientes; no obstante, la incidencia de la pobreza en niñas, niños y adolescentes sigue siendo mayor que para la población adulta. Esto invita a que el Estado mexicano, en sus diferentes niveles, promueva acciones integrales bajo el principio de equidad con el objetivo de mejorar los niveles de bienestar de este grupo de la población.
Reconocen que los programas de protección social actuales han generado una reducción significativa de la pobreza por ingresos; sin embargo, no han tenido un efecto en las carencias sociales.
En particular, las dificultades para acceder a los servicios de salud y a la seguridad social prevalecen y han aumentado; por ello, las políticas encaminadas a la generación de empleos formales son cruciales. De manera adicional es importante seguir expandiendo la protección social, especialmente con foco y prioridad en las poblaciones más vulnerables.
sg/mcc