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El confinamiento ha empujado a las firmas a adaptarse e innovar en planes para resistir en medio de la crisis por el Covid-19, a modo de evitar las pérdidas de la mejor manera posible.
Este proceso de reestructuración organizacional es una buena oportunidad para que todas las instituciones se unan y permuten de modelos tradicionales a métodos más funcionales en escenarios complicados, en los que se requieren decisiones ágiles, señaló Antoine Zervudacki, CEO de Let’s Make Innovation.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el también creador de Fly y experto en diseñar estrategias para la transformación empresarial explicó: “El coronavirus ha llevado a desarrollar nuevas herramientas en la aceleración, como la identificación de amenazas y planes de emergencia a corto plazo, que ayudan a las compañías a tomar decisiones pertinentes”.
Para Zervudacki, éste será un proceso de aprendizaje histórico, pero así como hará crecer el liderazgo y a las compañías, “también será una etapa de depuración en la que algunas no sobrevivirán al cambio, porque sus modelos quizá no se adecúen al contexto de adaptación que vivimos”.
Sin embargo, mencionó, no todas cuentan con modelos funcionales para casos emergentes como éste, pero lo más importante para las organizaciones es el talento humano y la colaboración.
Lo que le cuesta mucho a las compañías tradicionales, detalló, en este contexto es no tener un sistema que permita identificar desde la base las amenazas y sus oportunidades, no tienen un sistema de empoderamiento para tomar decisiones, por lo que se quedan estancadas.
“La crisis del Covid-19 es un proceso de destrucción creativa acelerada. Todas las firmas que están logrando crear un valor en este momento son las que lograron convocar a sus equipos más cercanos y consultaron a su propio personal”, explicó.
Precisó que eso aplica para las pequeñas y medianas empresas, que deben conjuntarse con sus integrantes y ampliar el círculo con aliados, proveedores y sus clientes para enfrentar juntos la crisis, ya que los mercados van a redireccionarse y las alianzas son una gran opción a considerar.
Sin embargo, indicó, no significa que todos los reajustes o las nuevas tácticas que se adopten durante el Covid-19 funcionarán a mediano plazo o terminada la pandemia, ya que el escenario futuro es incierto y requerirá de mucha resiliencia.
Resaltó que es una buen momento para identificar las debilidades y principales fallas de la empresa, que no serán consecuencia del virus ni de la tecnología, sino del modo de trabajar, la falta de transparencia, unidad y confianza en el equipo o problemas de cultura y colaboración.
