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El negocio del está en crecimiento en México y los grandes corporativos cada vez invierten una mayor cantidad de recursos en estrategias de difusión con personas claves en distintos sectores, indicó la compañía española SamyRoad.

“Hay campañas de 400 mil pesos o de 10 millones de pesos, no hay un precio definido, algunas personas trabajan por intercambios, a otros les gusta el producto y lo hacen de manera gratuita, hay gente que gana millones de pesos, pero depende de la marca”, comentó Marta Nicolás, cofundadora de SamyRoad.

En entrevista con EL UNIVERSAL, explicó que es difícil cuantificar el pago promedio a los influencers y existen múltiples categorías para clasificarlos, aunque una forma simple de hacerlo es identificarlos por el número de seguidores.

De 5 mil a 10 mil seguidores, SamyRoad considera que se trata de micro influenciadores, mientras que de 10 mil a 80 mil followers son Nano Influencers; de 80 mil a 300 mil se identifican como Middle Influenciadores; arriba de 300 mil son Top Influencers y más de un millón (o bien por popularidad) se consideran como Celebridades.

“Es muy difícil cuantificar los pagos o cuánto cuesta una campaña, depende de varios factores. Influye el número de ciudades, los protagonistas involucrados, nadie puede decir que con menos de 100 mil pesos no se puede hacer nada, pero tampoco que necesitas 5 millones de pesos para cualquier campaña, depende de la audiencia”, indicó.

Aunque consideró que existen noticias sensacionalistas sobre pagos millonarios a influencers, en realidad, SamyRoad nunca paga cantidades exorbitantes por un posteo o tuit, sino que desarrollan estrategias comerciales y publicitarias para alcanzar objetivos medibles.

La propuesta de valor de SamyRoad fue diseñar un algoritmo para trabajar con los influenciadores de manera certera y no intuitiva. A escala global, la firma tiene ubicados a cerca de 42 millones de influenciadores y recauda métricas específicas sobre este tipo de personajes.

“Los montos no son tanto por nombres sino por audiencia a la que llega, alguien con 10 mil seguidores en una red social te puede cobrar cierta cantidad, pero si en otra red tiene menos seguidores puede cobrar menos, esto es complejo”.

SamyRoad trabaja con cerca de 30 clientes como Unilever, P&G, Mercedes-Benz, Pfizer, Nestlé y otros corporativos, y este año prevé duplicar su tamaño en el país. La firma de marketing planea realizar alrededor de 80 proyectos o campañas con más de 60 clientes durante 2019.

“Un influencer es alguien que tiene el poder de generar algo en alguien. No sólo es poder para invitar a una compra, sino de ideología o con ciertos hábitos. No hay que confundir influencia con popularidad. Hay 50 parámetros distintos como audiencia y rango de edad.

“Antes las inversiones en el marketing de influencers eran residuales y ahora el canal digital está considerado desde el principio. Se empieza a ver más creatividad”, abundó.

SamyRoad, fundada en 2013, anticipa que la industria en México tomará nuevos caminos por ser altamente cambiante, en el que los algoritmos de las redes sociales se modifican en todo momento.

“Ya no se pagará por likes sino por la calidad, el camino que tiene esta industria es que sea más auténtica, con más credibilidad y autoridad en un tema. El asunto de que son comprados o vendidos se ha dejado atrás y ahora las personas entienden que se tratan de contratos como un recurso de publicidad”, indicó.

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