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El desalojo del que fue objeto la semana pasada la firma de artículos para calzado, El Oso, no fue un embargo porque no hay adeudo alguno, sino fue un “atropello” y “un acto ilegal”, al mismo tiempo que reveló el robo de 20 millones de pesos y daños al museo de la empresa que son incuantificables y que pudieran tener que ver con un juicio que se lleva porque el dueño del inmueble quiere rescindir el contrato de arrendamiento.
El representante legal de El Oso, Mario Alberto Cardona, dijo que interpusieron denuncias penales porque más de 100 personas encapuchadas encabezadas por un servidor público se robaron equipo de cómputo y material sensible, al presentarse sin cumplir con ningún protocolo para desalojar a la empresa del inmueble.
“No es un embargo, esto es un desalojo ilegal aunque tuvo tintes de acto de vandalismo”, porque se llevaron los 2 millones de pesos que había en la caja fuerte producto desalojo las ventas de 17 días de enero, explicó.
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En conferencia de prensa, Cardona informó que supuestamente la diligencia la ordenó el juez décimo Primero Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
El representante legal de la empresa líder en el mercado con más de 107 años de historia precisó que no tienen adeudos con el arrendador, pero desde hace cinco años se lleva un litigio porque el dueño del inmueble quiere rescindir el contrato de arrendamiento, el cual está por tiempo indefinido.
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“Esta controversia de arrendamiento inmobiliario no ha concluido se encuentra en un tribunal colegiado por un recurso de revisión”, a pesar de ello, se realizó el desalojo con personas armadas no identificadas que entraron al inmueble saltándose la barda con el uso de una escalera.
Agregó que “si hubiera sido acto de carácter legal no era necesario encapucharse” y dijo que previo a los hechos hubo unas denuncias que interpusieron ante el Ministerio Público por diversos hechos.
Cardona comentó que buscarán reactivar la producción para atender el mercado en una segunda planta que tiene la empresa.
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