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Muy probablemente te sientas irritable, triste o te den ganas de llorar varias veces a lo largo del día. O quizá también te sientas apático, sientas cómo se pierde tu mirada en el horizonte y cómo no puedes realmente concentrarte en nada. Puedes también tener náuseas, taquicardia, o insomnio. El terremoto del pasado 19 de septiembre sembró en cada uno su daño de una manera muy particular. Cada uno somos personas distintas y un evento de este tipo puede afectarnos de una u otra manera e intensidad. Incluso los daños sicológicos pueden observarse semanas o meses después. Lo que es un hecho es que muy probablemente todos lo estemos sufriendo ahora.
“La mayoría de la población que vivió el temblor del pasado 19 de septiembre experimentará o ya sufre síndrome de estrés postraumático”, alertó la UNAM a través de uno de sus académicos de la Facultad de Psicología, Benjamín Domínguez Trejo, en un comunicado hace unos días. El estrés postraumático es “un problema de salud mental que algunas personas desarrollan después de experimentar o de observar algún evento que amenace la vida, como guerras, desastres naturales, accidentes de automóvil o violaciones”, explica el U.S. Department of Veterans Affairs, un departamento del gobierno de Estados Unidos.
Es importante entender que estamos pasando por un duelo y que cada uno lo vivió de manera diferente. “Primero tenemos que comprender que todos estamos afectados de distintas maneras ante esto”, señala Adriana Ortiz, sicoanalista y miembro de la Fundación APTA.
Ahora bien, todos estamos afectados por esta situación, pero esto cobra particular relevancia cuando te encuentras a la cabeza de una organización —del tamaño que sea— y cuando eres líder de un equipo. Porque el liderazgo se trata de hacer que todos alcancen sus objetivos y de llevarlos a una meta común y si tú eres la cabeza, eres el sostén, su guía y tendrías que apoyar a tu gente para que atraviese esta crisis.
Este momento es sumamente complicado para aquellos que están al frente de una organización porque los enfrenta a muchas disyuntivas. “Hay que darle lugar al proceso colectivo de elaboración de un trauma y necesitas tener una estrategia para enfrentarlo. No puedes no hacer nada”, explica el sicoanalista Andrés Ize.
Lo que tienes que tener claro es que tienes que acompañar a tu gente en esto, al mismo tiempo que tienes que analizar cómo arreglar los daños y continuar operando.
Atiende lo urgente, evalúa los daños (¿hubo fallecidos entre tu personal? ¿alguno de ellos tuvo alguna pérdida, tanto humana como de inmueble?) y reconstruye lo que sea necesario.
Ten en cuenta que necesitas reconstruir la confianza en el lugar de trabajo de todos aquellos que trabajan contigo, asegura Andrés.
Para ello, se necesita el acompañamiento. Si es necesario, incluso es recomendable que le ofrezcas a tus colaboradores la posibilidad de recibir terapia sicológica con beneficios por parte de la empresa.
¿Cómo estás tú?
Es importante tener en cuenta que para realizar todo este procedimiento primero tienes que estar bien tú. Date cuenta de tu estado emocional y si no te encuentras bien, toma medidas para remediarlo (atención sicológica en momentos de crisis puede ser útil), ya que tu estado anímico va a influir mucho en el ánimo que se forme en el grupo y en la manera en la que todos puedan atravesar juntos esta crisis.
Hablar del tema con ellos es una de las grandes recomendaciones para atravesar esta situación. “Hablar al respecto está comprobado que puede darle a las personas en este tipo de casos, una mayor claridad de lo que pasó”, asegura la sicoanalista.
Habla con ellos, pero sobre todo, escúchalos. No sólo es los aspectos esenciales que distinguen a un líder, sino que escuchar se convierte en un elemento que hace que este tipo de procesos se digieran más rápido.
“Más que estar hablándoles y diciéndoles que todo va a estar bien, es escuchar la experiencia que tiene por contar y la manera en la que la persona vivió este evento, que es diferente para todos. A quien le tocó en la Condesa, a quien se le cayó el edificio, a quien perdió un familiar”, explica Adriana.
Decirle a la gente que “todo va a estar bien” no es lo más deseable, porque por desgracia eso no lo puedes asegurar. La recomendación es dar palabras realistas. Es mejor un “estoy contigo” o un “yo también lo siento mucho”. No se trata de jugar a ser sicólogo, sino se trata de trabajar en colaboración y de que todos juntos podamos atravesar esta situación, que en realidad, es un duelo.
Todos perdimos algo en este terremoto, unos más, unos menos. Mientras algunos perdieron un familiar, otros perdieron su casa o ésta se encuentra con daños, o simplemente vivir esa experiencia es suficiente para verse afectado sicológicamente. Un duelo es una pérdida y hay que estar conscientes de ello, porque a partir de esto es posible comenzar a sanear el daño para con el tiempo volver a la normalidad.
“Por ejemplo, las pérdidas materiales. Nuestra casa es una parte de nosotros y aunque la vida se conserva y es la que te permite reconstruir cualquier cosa, se vive un duelo, es importante poder elaborarlo para poder construir cualquier cosa a partir de ahí”, sostiene Adriana.
En el caso de que puedas ayudar de cualquier manera, no dudes en hacerlo. Si no puedes porque no tienes las condiciones para hacerlo, sí ten a la mano la ayuda de las instancias a las cuales pueden acudir tus empleados para obtener la ayuda que necesitan. Ofrece toda la información que necesitan para resolver todo lo que necesiten resolver.
Hoy, más que otros días, es importante la empatía y la solidaridad dentro de la empresa, porque esto ayudará a que el trago amargo pase de una manera menos tortuosa y permita que las cosas puedan reconstruirse para volver a la normalidad. Fomenta el diálogo, el apoyo mutuo, que puedan comer juntos y conversar de una manera más activa en estos días, que si alguien siente alguna inseguridad en específico puedan entre todos generar redes de apoyo y ayudarle a esa persona en particular.
Prepararse ante el futuro
También es importante que hablen de cómo prepararse para una futura eventualidad, porque esto es parte de recuperar la confianza en el lugar de trabajo.
“Si eres el líder, te toca hablar con tu personal para que vaya preparándose para enfrentar cualquier emergencia, porque luego la gente no quiere hablar de eso porque piensa que va a ser peor; sin embargo, hablar siempre es mejor”, asegura la especialista.
Prepara teléfonos de emergencia, dinámicas para evacuar y un lugar en donde deban concentrarse en el caso de que volviera a ocurrir una situación similar. Incluso es recomendable que te capacites para que sepas cómo reaccionar frente a estas situaciones, tanto para controlar tu estado emocional como para poder ser de utilidad frente a tu grupo.
Quizá quieras dejar pasar un tiempo en lo que se retoman las rutinas y la vida puede regresar a su cauce, pero es bueno que tengas en cuenta que plataformas como Coursera ofrecen este tipo de capacitación incluso de manera gratuita. Esta plataforma ofrece un curso gratuito en línea llamado “Primeros Auxilios Psicológicos”, el cual está enfocado a entrenar en la aplicación de primeros auxilios sicológicos a personas afectadas por situaciones estresantes. Es importante estar capacitado para que en una situación similar puedas apoyar de una manera más efectiva a tu gente. Con atención a nuestras emociones, todos saldremos adelante.