Tras el desplome por la pandemia, el número de turistas internacionales que visitan México tuvo una importante recuperación a partir de 2021, pero tiende a perder fuerza ante un contexto global complejo que amenaza con frenar la actividad.
Las llegadas internacionales por vía aérea en los primeros nueve meses del año sumaron 16.8 millones de turistas, 14.8% más que lo reportado hasta septiembre de 2019, y 8.1% superior que 2022, pero a detalle su dinamismo se ha desacelerado. Mientras en enero pasado los turistas extranjeros de internación vía aérea crecieron 40.9% anual, en septiembre disminuyeron 4.9%, hilando dos meses a la baja.
Este menor dinamismo se refleja en el gasto de los turistas vía aérea, cuyo valor cayó 5.5% entre julio y septiembre, respecto al mismo periodo del año anterior; su primera caída trimestral desde abril de 2021, cuando inició su recuperación.
Actividad clave
El ingreso por el gasto total de los visitantes internacionales a México totalizó 22 mil 908 millones de dólares en los primeros nueve meses de 2023, la cifra más elevada de la que se tenga registro para ese lapso, según datos del Inegi.
Dicho ingreso se encuentra entre las principales actividades que atraen recursos extranjeros a la economía nacional, sólo superada por las exportaciones manufactureras y petroleras, las remesas familiares y la inversión extranjera directa.
Al cierre del tercer trimestre el saldo de la balanza turística (descontando gastos de viajeros que salieron del país) sumó 16 mil 329 millones de dólares, que contrastan con el superávit de la balanza manufacturera, por apenas mil 407 millones y los déficits de 10 mil 84 millones de la comercial y de 16 mil 628 millones de la petrolera.
Los principales responsables de los ingresos por visitantes internacionales son los turistas extranjeros de internación vía aérea, quienes gastaron 19.2 mil millones de dólares en los primeros nueve meses del año, es decir, 95% del total.
Sin embargo, la menor entrada de divisas al país impactaría sobre todo al PIB turístico, que todavía reportó un crecimiento anual de 3.8% en el segundo trimestre de 2023, afectando especialmente a regiones del Caribe y el Pacífico, donde la importancia del turismo extranjero es muy alta, dijo Guillermina Ramírez, subdirectora de Estudios Económicos de CitiBanamex.
“Por ejemplo, en Cancún el turismo extranjero llega a ser casi 70%, y en algunos centros de la Riviera Maya alcanza hasta 90%, entonces sería una desaceleración en términos de divisas para la actividad económica local”, alertó.
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Principales limitantes
De acuerdo con Francisco Madrid, director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur), hay varias razones que explican la desaceleración.
El turismo internacional en México se recuperó rápidamente a partir de la segunda mitad de 2021 y se benefició de que muchos destinos permanecían cerrados o tenían restricciones por la pandemia. Sin embargo, este año prácticamente se observa una reapertura generalizada de otros destinos que compiten con la oferta mexicana.
Otro factor es la fortaleza del peso frente al dólar, que ha encarecido el precio del producto turístico mexicano. A pesar de la volatilidad del tipo de cambio de los últimos meses, la moneda nacional mantiene una apreciación ante la divisa estadounidense de más de 9%.
Asimismo, un punto clave es la poca inversión en promoción turística, destacó Madrid, pues México no gasta en comparación con otros destinos, pues ya no tiene un Consejo de Promoción Turística.
También señaló el problema de la inseguridad, al menos en cuanto a la percepción de ella en algunos destinos turísticos importantes.
En promedio, nueve de cada 10 empresarios considera que la inseguridad genera una afectación a su negocio y a la actividad, factor que ha visto un crecimiento sostenido, según los resultados de una encuesta realizada por el Cicotur.
Retos y perspectiva
Hacia adelante, los retos del turismo en México son muy variados, pero destaca la necesidad de establecer un diálogo entre la iniciativa privada y el gobierno, afirmó Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).
También reactivar la promoción turística, “que es uno de los puntos que vamos a tratar con los que sean candidatos y eventuales ganadores en las próximas elecciones en los diferentes niveles de gobierno”, dijo.
Otros temas son la desmilitarización del turismo, la creación de un programa de transformación digital del sector, las zonas de desarrollo turístico sustentable, el fortalecimiento de la conectividad terrestre y aérea, así como un programa robusto de desarrollo a las micro, pequeñas y medianas empresas turísticas.
“El contexto es muy complicado, pero siempre confiamos en la fuerza estructural del turismo y en el hecho de que es parte del estilo de vida de las sociedades contemporáneas y, por ende, en la canasta de consumo de las clases medias en el mundo”, estimó Madrid.
En el ámbito internacional será un año apretado, porque se prevé una desaceleración económica generalizada, agregó. “No vemos un derrumbe, pero sí probablemente niveles más bien pequeños de crecimiento”. El turismo nacional, hasta ahora ha sido resiliente, pero ya se comienza a ver desaceleración en el empleo formal, que podría tener cierto efecto sobre el consumo, sobre todo de ocio, opinó Ramírez.
“Estimamos que el crecimiento para el sector de alojamiento temporal y la preparación de alimentos y bebidas, de 6% para este año, desde 24% que creció el año pasado, pero para 2024 estaríamos hablando de apenas 4%”, mencionó.
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