Con un poco más de cinco meses como subsecretario del ramo, Edgar Abraham Amador Zamora fue nombrado nuevo titular de Hacienda en sustitución de Rogelio Ramírez de la O.
Será el tercer responsable de la SHCP proveniente de la Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México, después de Carlos Urzúa y Arturo Herrera.
Es egresado de la Facultad de Economía de la UNAM, en donde en su época de estudiante conoció en 1986 a Claudia Sheinbaum Pardo, actual presidenta de México, como parte del Consejo Estudiantil Universitario cuando juntos luchaban en contra las medidas adoptadas por el entonces rector Jorge Carpizo.
Después realizó una maestría en Economía en el Colegio de México y posteriormente fue profesor en la UNAM en el que fue sinodal en 12 tesis de Economía.
Ahí impartió clases de economía mexicana, de economía de mercado de capitales y trabajos para examen profesional.
Como servidor público desempeñó varios cargos en el Gobierno de la Ciudad de México hasta llegar a ser secretario de Administración y Finanzas de 2012 a 2018, cuando era jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera.
En 2016 publicó el libro Mi dinero, ¿qué? y después en 2020 otros títulos como La economía de la peste y del apocalipsis.
Se desempeñó como consultor en la firma Stone & MacCarthy para México y Brasil, trabajó para la casa de bolsa Vector y se desempeñó como director general adjunto del banco francés Dexia.
De igual manera fue articulista en un diario nacional y recientemente asesor en el Banco de México (Banxico), en donde ha participado en las reuniones de la Junta de Gobierno en su calidad de subsecretario de Hacienda con voz, pero sin voto.
Tuvo influencia en la designación del nuevo subgobernador de Banxico, José Gabriel Cuadra
El año pasado fue ratificado por la Cámara de Diputados como subsecretario de Hacienda, en donde se comprometió a velar por la estabilidad económica.
En sus primeras apariciones públicas ha descartado una recesión debido a los fundamentales económicos sólidos, y el escudo financiero con que cuenta el país con el nivel de reservas internacionales por arriba de los 230 mil millones de dólares, los fondos de estabilización y la línea de crédito flexible del FMI.
